Primero que nada, me disculpo ante la audiencia puedo tener, sea esta vasta, poca o nula. Por culpa de algunas ocupaciones que consumieron la mayoría de mi tiempo fui forzado a alejarme de esta columna y de los medios que tan amablemente la publican. Ahora ya estamos nuevamente colaborando para que usted decida leer o no estos pequeños y muy perfectibles artículos de opinión.

Acabo de leer en X (antes Twitter) una publicación de un profesor que tuve en la licenciatura, dicho mensaje comenta como la corrupción del PRI y del PAN puede combatirse mediante instituciones sólidas y mayor democracia, pero las acciones de morena se dedican a destruirlas. Es verdad que subsanar un ataque a las instituciones democráticas y autónomas es difícil, estas son indispensables para el sano desarrollo de una democracia y al eliminarlas o debilitarlas se asoma la sombra de un peligro mayor, un régimen antidemocrático.

Hay que ponernos en el lugar de la ciudadanía, por un lado tenemos a los viejos partidos políticos que por décadas se repartieron el poder y lucraban bastante con el mal uso del erario público; por el otro lado se encuentra un partido que si bien cuenta con varios personajes importantes del antiguo régimen, ha manejado una narrativa totalmente contraria a estos a pesar que sus acciones no son tan distintas.

Solicitarle a los ciudadanos que regresen a más de lo mismo es algo que sencillamente no lo ven factible, uno no le pediría a una persona que regresara con su ex pareja abusadora, en especial cuando esta demuestra una y otra vez que sigue comportándose de forma ruin. Mucha gente ha encontrado una gran decepción en el actual gobierno y varios, por lo mismo simplemente no ven una opción real por la cual votar, sus opciones son entre el candidato que no les agrada y el que les agrada menos.

Solicitarles a los ciudadanos que vuelvan a lo mismo de antes puede resultar indignante para ellos, que varios actores políticos que hasta la fecha siguen empapándose en escándalos graves vuelvan para pedir el voto es una horripilante falta de vergüenza. La elección de irse con opciones más radicales pero antisistema es un fenómeno que previamente se había dado y que en la actualidad vemos un resurgimiento fuerte de este tipo de política a nivel global.

No busco decir que las opciones antisistema son mejores que las que se han repetido por varios años, considero que son muy peligrosas y si bien las instituciones que buscan desmantelar tienen defectos considerables, estas pueden solidificarse para enmendar dichas fallas. Al final del día una democracia es tan fuerte como los organismos que la conforman.

Entendamos la posición ciudadana, es difícil pensar en el gran esquema de las cosas cuando hay violencia, crisis económica y servicios básicos deficientes. Si llegara alguien ofertando una manera distinta de llevar a cabo la política, muchos no nos pondríamos a analizar todas las implicaciones que tendrían en el sistema de gobierno, lo único que se buscaría es sacar a los que se nutren a nuestras expensas.

Ahora estamos cayendo en un juego de polarización, esto no pasaría si se tuviera una clase política decente que busque sanar heridas en vez de acrecentarlas, tristemente intentan manejar un discurso de buenos contra malos que nos hunde en un odio cada vez más profundo. De hecho, el Edelman Trust Barometer de 2023 midió el nivel de polarización de varios países y clasifico a México como uno en riesgo de caer en una polarización extrema.

Recapitulando, no podemos juzgar duramente a la sociedad por tomar las decisiones que toman, analizando el contexto vivido por décadas entendemos que los orilló a reaccionar en contra de la rancia clase política, ellos tienen la culpa de su propio declive. La culpabilidad recae en la clase política que se aprovechó por mucho tiempo de un deficiente sistema político.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here