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Mira Bartola, ahí te dejos esos dos pesospagas la renta, el teléfono y la luz…(Chava Flores)No deja de ser una preocupación, interés permanente, en ocasiones se vuelve angustia, desesperanza; habrá para quienes -pocas personas en relación al global- no sea ni lo uno ni lo otro porque sus ingresos son muy altos; me refiero a lo que se gana y lo que se gasta en cada vivienda, en cada casa, en cada hogar. Quienes lo estudian, les llaman ingresos y gastos.
El ingreso por hogar, se considera la suma de lo que ganan todas las personas que ahí residen y trabajan; aunque muchas veces no sea una sola bolsa común para cubrir los gastos de ese hogar.
En nuestro país el INEGI realiza la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares, conocida por sus siglas ENIGH. Es una encuesta de larga data.
Se inició la medición de la ENIGH en 1984, un año después de su creación; a esa primera serie se le llama tradicional hasta el 2014; del 2008 al 2014 se le denomina nueva construcción y del 2016 a la que se acaba de presentar, nueva serie.
Los resultados van más allá de cuánto y cómo se gana y cuánto y en qué se gasta.
En la presentación de estos y el análisis de los datos, es posible visibilizar las grandes desigualdades en nuestro país. Por ejemplo, entre el promedio trimestral de ingresos -en miles de pesos- de los hombres (29.2) y las mujeres (19.0), una diferencia de poco más de 10 mil pesos al trimestre.
Por entidad federativa, de acuerdo a el ingreso promedio trimestral -miles de pesos-, Baja California Sur tiene el más alto con 91.4 y el más bajo Chiapas con 39.8; 63.6 es el promedio nacional y 69.3 para Colima.
Las posibilidades de análisis son muchas, por deciles, por tipos de gasto, urbano y rural, por ejemplo. Y seguramente se realizarán. De hecho, el mismo Instituto ofreció un taller a periodistas y analistas sobre estos resultados, precisamente para darlos a conocer, para desmenuzarlos con diferentes miradas.
Pero, también es importante y urgente que esos análisis, propuestas, se traduzcan en planes y programas, en política pública que mejore la vida de muchos hogares en condiciones de precariedad. Hay camino andado, sí, hay mucho por hacer, también.
Por lo pronto, ahí están los datos, a disposición de un click, para que los conozcamos y los interpretemos. Para que ajustemos nuestros gastos a los ingresos, podría ser también una buena aplicación.