Acerca de dos temas bien definidos trataré hoy en mi columna de culto, a saber: el regreso al mundo de los vivos del ex muerto viviente diputado morenaco Armando Reyna Magaña, así como del mundo onírico que sólo existe en la mentalidad de la #GobernadoraAltozano. Voy, pues, con mi hacha.
****** Con bombo y platillos volvió a la vida política el diputado Armando Reyna Magaña, que durante varios meses se convirtió en personaje de la serie The Walking Dead, al ser degradado como coordinador de la bancada de Morena en la LX Legislatura local, donde el partido de los nuevos ricos, junto con sus aliados del PT, PVEM y Panal (y, a medias, MC), mantiene la mayoría. El bajón de nivel del tecomense incluyó perder también lo más importante para cualquiera que forme parte del Poder Legislativo: la presidencia de la Junta de Gobierno, desde donde se maneja el presupuesto para poder favorecer a los cuates.
Hoy, superada la crisis en la que el tribuno se vio envuelto (bueno, una crisis que sólo él y sus cuates ya creen superada) por culpa del borracho de su hijo, de igual nombre, quien atropelló a un taxista en el municipio de Tecomán, de donde ambos –padre e hijo— son originarios, el tecomense volvió a la vida. Y, claro, Reyna Magaña regresa a la política por la puerta grande: no sólo como presidente de la tal Junta de Gobierno, sino como el líder de la bancada mayoritaria de su partido, ambas posiciones que por varios meses desempeñó la golpeadora legisladora porteña Isamar Ramírez Rodríguez.
Como premio de consolación por su posición de diputada fajadora y porril en las sesiones de la LX Legislatura local, haciendo mancuerna con la analfabeta Yommira Carrillo Barreto, donde echan culpas a los gobiernos del pasado sin mover un dedo en contra de ellos, apostándole a que prescriban los delitos por los que se les acusa, a Isamar Ramírez la nombraron vicecoordinadora de la bancada de la que antes fue pastor mayor. Así, como en la rueda de la fortuna, un día unos están arriba y otro día están abajo. A Isamar eso le pasó: de ser desconocida a la que ni en su casa conocen, de pronto resultó jefa de jefas en el Legislativo. Hoy, vuelta a la realidad, la degradaron a vicecoordinadora de nada.
Por la vuelta a los primeros planos del cadáver viviente que era Reyna Magaña se infiere que el tipo ya fue perdonado en el círculo de poder, lo que podría ser señal de que ya tiene boleto para buscar la presidencia municipal de Tecomán en 2024, aun cuando su caso por el asesinato imprudencial del borrachín hijo no esté concluido. Y aunque el legislador forma parte de la élite del poder y, por tanto, es arropado por el incompetente mini fiscal Bryant Alejandro García, eso no significa que no tendrá que responder como hombrecito por el crimen que cometió contra un honesto taxista de Tecomán su heredero.
El diputado tecomense regresó a la vida para explotar su vena cómica que le era desconocida, cuando dijo que en 2023 “seguiremos asegurándonos de poner delante de nuestras decisiones el beneficio del pueblo en el quehacer legislativo”. Claro, como aprobarle el presupuesto a su antojo para que lo despilfarre Indira Vizcaíno con sus amigas y amigotes, autorizarle un crédito a la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad sin que ni siquiera supieran dónde iban a realizar supuestas obras ni siquiera programadas, entre otras vaciladas.
En tanto, la diputada Isamar Ramírez tuvo el cinismo de declarar que, durante el tiempo en el que fue la coordinadora de la borregada morenaca y presidenta de la Junta de Gobierno, el Congreso estatal “avanzó en temas de suma relevancia para la vida política de la entidad”. Sí, claro, el Poder Legislativo, en manos de los morenacos y compinches, avanzó… pero en reversa, pues no ha habido otro en el que sus integrantes hoy se comportan como cancerberos, sumisos y lacayos, del Poder Ejecutivo, del que son simples empleados.
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Está visto que a Indira Vizcaíno Silva le enerva demasiado que se toque el tema de la violencia en Colima cuando ofrece sus ruedas de prensa banqueteras a la prensa local, pues a pesar de que seguimos a un ritmo de tres ejecutados diarios en promedio por parte sicarios del crimen organizado, para la cínica e insensible Gobernadora Altozano no existe la descarnada realidad en la que nos hallamos inmersos todos los colimenses, sino una alterna, en la que, feliz ella con saltos entre nubes y rodeada de unicornios azules, ángeles celestiales y querubines nalgones, su visión onírica es completamente color de rosa.
La rueda de prensa que ofreció este jueves la frívola mujer, en la que el reportero del diario La Lealtad Noticias le recordó lo declarado por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, durante su comparecencia en el Congreso local, en el sentido de que el presente año ya es el más violento de toda la historia de Colima, incluso superior a la del 2017, hizo que el semblante de la Indi, previamente accesible y relajada, notoriamente se irritara. Así, ante tal interrogante, que la tía debió sentir como una mentada de madre en 10 de mayo, abruptamente dio por terminada la entrevista en la que poco antes se mostraba radiante.
Ante la insistencia del reportero, de los pocos que no están comprado por el vocero del indirato, Miguel Ángel Vargas Cow, los guaruras de la gobernadora impidieron el paso a la prensa para que ya no siguiera molestando a su jefa. Poco antes, cuando aún tenía más cuerda para mentir descaradamente, como es su costumbre, ella había tenido el cinismo de declarar que los últimos tres meses (octubre, noviembre y diciembre, que aún no termina) el índice de homicidios dolosos había disminuido y que, por tanto, bajó la violencia. Así de cínica, así de descarada. Un consejo: Indira, si no la controlas, no la consumas. LEER MÁS
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