Nada de eso es Andrés Manuel López Obrador sino solamente el presidente de la República para el sexenio que terminará el día último de septiembre de 2024. Tampoco encarna al pueblo bueno y sabio de México. Él debiera ser el primer servidor de todos los mexicanos, y todos son todos, hayan votado por él o no, aprueben o desaprueben su altisonante gestión. “Hay que entender que el Presidente no es la patria, es solamente un elemento más de muchos otros, que conformamos la nación y nuestra patria”, precisa con claridad el diputado federal panista Riult Rivera Gutiérrez, quien rechaza por inaceptable la violencia fomentada desde Palacio Nacional contra legisladores federales de oposición.
“Con violencia de esta naturaleza, no se puede vulnerar la voluntad y el actuar de los legisladores, y es parte de lo que se tiene que resistir para mandar y consolidar ese mensaje: que con violencia no vas a cambiar el sentido del voto. Porque además de eso, sería doloso el votar bajo presión. Vulnera la libertad de expresión, de pensamiento y el actuar legislativo”, sentencia el diputado Rivera Gutiérrez, víctima de la intensificación de la violencia reaccionaria provocada por la frustración presidencial ante el palo que la oposición en la Cámara de Diputados le dio a su Reforma Bartlett.
Para Riult, “el camino que siguen (AMLO y sus huestes 4Téistas) no es el democrático. No sólo a los legisladores se nos ha denominado traidores a la patria, también a artistas, periodistas, ambientalistas, que están dentro del movimiento para proteger al medio ambiente. El diálogo es lo que debe imperar, generar acuerdos y que las opiniones de las diferentes fracciones sean integradas para hacer un trabajo legislativo que realmente represente a la nación. Para eso está diseñado este sistema democrático”, sistema al que el líder moral de la 4T empeñado está en sustituir por otro de corte autoritario y militarista.
Independientemente de las razones que los diputados federales priistas, panistas, emecistas y perredistas tuvieron para votar en contra de Ley Bartlett, como las de ser “una idea retrógrada, dañina, en donde lo que se garantiza es un incremento exponencial de las tarifas del costo del suministro de la energía eléctrica y retrocesos por la utilización en demasía de los combustibles fósiles”, su postura fue a todas luces democrática, congruente, libre, y por lo tanto, digna de ser respetada por todos los involucrados en el tema, empezando por el mismo presidente López Obrador, quien no es ni el padre de la patria ni el redentor mexica.
“Hemos buscado la manera de adecuar la ley para tener energías limpias, que gasten menos en su generación y disminuir los efectos del cambio climático. La continuidad del trabajo del bloque PIRANPRD continúa a nivel federal, pero por supuesto, que permea a nivel local y esperamos que así continúe, porque hay mucho por trabajar. No estamos en contra de todo lo que se propone. Es una posición responsable, analítica y propositiva”, sintetiza el panista diputado federal de mayoría relativa, Riult Rivera Gutiérrez, en respuesta al linchamiento de todas las voces que López Obrador juzgue discordantes a su concierto de puras que le cantan sí, sí, sí.
EL ACABO
*“El hecho de que seamos de partidos distintos (él panista y la gobernadora Indira Vizcaíno Silva morenista) no tiene que ser un impedimento para buscar el bienestar de nuestra gente; al contrario, para todo hay momentos. El de las elecciones ya pasó. Ahorita es de trabajo, sin fobias políticas ni colores partidistas, eso es nocivo y dañino. Y lo que sí es productivo es que trabajemos en una línea que dé resultados positivos para nuestra gente. La coordinación y el trabajo conjunto es el que da mejores resultados. Los problemas y las necesidades no conocen de fracciones políticas, solo necesidad de ser resueltos”. Riult Rivera Gutiérrez.
*Morena es gobierno en Colima desde el 1 de noviembre de 2021, dato en el que muchos de sus militantes todavía no han reparado. Ya se les fue un semestre en el chacoteo.