Aunque haya quienes no le crean, su dirigente estatal para el periodo estatutario 2020/2024, Arnoldo Ochoa González, jura y perjura que el Partido Revolucionario Institucional en Colima, que “no puede ser de una persona, ni de un grupo y de ningún municipio”, Tecomán, por ejemplo, está vivo y coleando, resuella y patalea, después de que su ex primer militante casi le da cristiana sepultura en las elecciones del domingo 6 de junio de 2021, hazaña que lo libró del fresco bote y lo tiene a las puertas de un consulado en U.S.A, misma buena suerte que corrieron otros exgobernadores que, como él, sin hacer gestos, le entregaron sus respectivas entidades al Partido Movimiento de Regeneración Nacional.
No será tarea fácil para la dirigencia arnoldista recuperar la fe y la confianza de una militancia ya muy lampareada, ni el respaldo ciudadano del que gozó en sus mejores años, pero debe intentarlo. Si lo logra, la recuperación de los espacios perdidos por el partido tricolor en las elecciones inmediatas anteriores será factible en las próximas de 2024. Para empezar a reivindicarse, de entrada, Ochoa González debe reconocer como hombrecito que su lealtad hasta la ignominia hacia su ex jefe político José Ignacio Peralta, propició la entrega de la plaza a Indira Vizcaíno Silva y a su Partido Movimiento de Regeneración Nacional.
“Al igual que ustedes, me motiva la posibilidad de reinventarnos como partido, porque al hacerlo habremos demostrado ser capaces de escuchar a la ciudadanía de Colima que nos señala habernos convertido en una institución lejana, tradicionalista y poco democrática, y que nos pide respuestas innovadoras, acordes a las exigencias actuales. Sé que esa reinvención es posible y estoy dispuesta a trabajar con todas y todos ustedes que me han expresado sus ganas de lograrlo”, le dijo a su “familia priista” la gran damnificada por la traición peraltista, Mely Romero Celis, ex candidata de la Alianza “Va por Colima” a la gubernatura del estado 2021/2027.
Por su condición de género y los muy buenos 81, 487 votos que Mely recibió de los electores el domingo de la caída en desgracia del PRI, se veía y era vista como el mejor cuadro femenino para conducirlo hacia el 2024; sin embargo, como ella dijo, “había decisiones que estaban ya tomadas”, marginación a pesar de la cual su trabajo se “mantendrá y se fortalecerá en todo el estado”, por lo que les pide a sus simpatizantes le permitan seguir haciendo equipo con ellos, “especialmente en estos tiempos de incertidumbre política y social, porque es cuando más se requiere del auténtico compromiso y convicción de servicio que tenemos quienes conformamos esta gran familia partidista”.
“Haiga sido como haiga sido”, el Partido Revolucionario Institucional en Colima transitará hacia la contienda electoral 2024 de la mano del muy curtido en esas danzas, Arnoldo Ochoa González, a quien lo único que los detractores pueden señalarle es que “la edad se le vino encima
sin carnaval, ni comparsa”, pero viejos, viejos, los cerros, y cada año reverdecen. ¿O no?
Tiempo y oportunidad habrá de ver cómo la irá armando el dirigente estatal del PRI en estos tiempos tricolores de “incertidumbre política y social”, de vacas flacas y trasquiladas. En reto de volver a ponerlo en pie y de recuperar su competitividad, es mayúsculo, revelará de qué está hecho en verdad AOG.
EL ACABO
*La continuidad por tres años más de Arnoldo Ochoa González al frente del PRI en el estado, fortalece proyectos políticos como los de la diputada local de mayoría relativa Hilda Lizet Moreno Ceballos, a la alcaldía de Colima a cuyo frente está ahora Margarita Moreno González, quien llegó postulada por la Alianza “Va por Colima” y tiene todo el derecho a buscar la reelección.
*Otros cuadros en el radar de Ochoa González son los compañeros de bancada de Moreno Ceballos, que como ella ganaron sus respectivas contiendes, son Miguel Ángel Galindo Barragán, José de Jesús Dueñas García y Héctor Magaña Lara, cuya probada competitividad los avala para conquistar espacios de representación en las próximas elecciones.