Una cosa es querer y otra cosa es poder, es con lo segundo que se logran los cambios de verdad. Los líderes son los que pueden, no sólo los que quieren, y tal parece que el secretario general del SNTE 6, Miguel Ángel Rivera Huezo, que aglutina a un potente gremio de maestros, no pudo ni quiso, y todavía no sabemos si no pudo porque no quiso o si no quiso porque no pudo, pero lo mismo da.

El maestro Rivera Huezo pronto olvidó que a quien se debe es a los maestros, no a su líder nacional aliado a un patrón (gobierno federal) que le mintió a los profesores y que ahora quiere darle la espalda a través de una nueva Ley del ISSSTE chapucera y turbia, que perjudica el futuro del gremio magisterial y otros muchos más. No se vale.

El maestro Rivera Huezo, líder del SNTE 6, que recientemente llegó a ese liderazgo luego de una cerrada y difícil votación, desaprovechó la oportunidad de legitimarse y de convertirse en un héroe para su gremio, ahorita todavía lo llevarían en hombros como a un buen torero, de haber salido a las calles con ellos a protestar por la realmente injusta nueva Ley del ISSSTE que quieren implementar.

Pero en lugar de eso, se escondió, metió la cabeza en lo más profundo de la ignominia y lo más vergonzoso del servilismo, y le dio la espalda a todos los maestros de Colima que, careciendo de un líder con pantalones, tuvieron ellos mismos que salir a las calles a defender sus derechos. ¿De verdad no podrán volver a salir a las calles pero ahora para destituir a su falso líder?

No creo que no puedan, porque si pudieron lo más difícil, que fue llegar hasta la presidenta Sheinbaum, no puedo siquiera imaginar que no puedan lo más fácil, de seguir unidos: destituirlo y nombrar a otro líder que sí vele por sus derechos, porque dicen que lo que mal empezó, mal acabará. Es una pena, realmente, que el maestro Rivera Huezo no haya tomado el camino correcto.

De habérsele rebelado a su superior, poniéndose de lado de sus bases, las mismas bases lo habrían cobijado para que su superior ni siquiera intentara destituirlo, pero les gana el miedo y los intereses, y entonces ahí se le da al traste a todo. El SNTE 6 necesita un líder de verdad. Es de humanos equivocarse, pero es inhumano no rectificar.

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