Para los electores que votaron por primer vez en los comicios presidenciales de 1994 , importante segmento que treinta años después estará conformado por los de 48 y más, la probable candidatura a la presidencia de la República del joven alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, representa la añoranza de lo que pudo haber sido y no fue, pero también la fundada esperanza de que tendrían en él una segunda oportunidad de ver reflejados en planes y políticas de gobierno, el ideario político social y las propuestas cololistas de un México todavía sediento de justicia, seguridad, salud, bienestar y seguridad.
El voto de la esperanza en un México mejor, lo conforman los primos electores y los veinte, treinta y cuarentañeros, universo con el que mejor conectaría Colosio Riojas, y que vota por los perfiles personales de los candidatos y no por los colores y siglas partidistas, que se inclinan más por los nuevos rostros surgidos de la sociedad civil , y rechazan las imposiciones de la cúpulas partidistas que todavía no entienden los nuevos tiempos, formas y modos de la política, y aferrados están a regresar por sus fueros a toda costa. Ven la tempestad y no se hincan; el colapso de sus institutos políticos burocratizados, y no reaccionan.
Porque, como escribió la periodista Beatriz Pagés Rebollar, la figura de Luis Donaldo Colosio Riojas (quien en las elecciones del domingo 6 de junio de 2021 ganó con el 49% de la votación válida emitida la alcaldía del industrioso municipio de Monterrey) “es percibida como alguien que se atreve a hacer las cosas de manera distinta. Que rompe tabúes, esquemas, intereses burocráticos. Es alguien que aparece en escena como un mexicano libre, que habla con autenticidad y sin doble lenguaje, sin esa carcasa que usan los políticos para engañar.
Para decirlo rápido: Estamos ante una figura antisistema por lo que dice y propone, aunque también por tratarse de alguien que —con el asesinato de su padre—, fue víctima directa de la decadencia de una forma de hacer política que con López Obrador sigue vigente”, puede llegar a tener un gran atractivo electoral en el ánimo ciudadano en la próxima contienda presidencial.
A Colosio Riojas los 4teístas no lo pueden tildar de neoliberal, mucho menos de fifí, conservador y neoporfiritsa, dado que a su padre lo sacrificó el sistema por ver en él una amenaza al continuismo de esa doctrina económica implantada en México por el expresidente de la República Carlos Salinas De Gortari y sus tecnócratas, y que, loco de contento, llevó adelante Ernesto Zedillo Ponce De León. El alcalde regiomontano puede representar una tercera vía que aleje a México del riesgo de regresar a los excesos y abusos del viejo régimen, del centralista y militarizado régimen 4tepísta.
La opinión síntesis de Beatriz Rebollar, es digna de citarse: “Para decirlo rápido: El apellido Colosio, guste o no, forma parte de la mitología nacional. Tiene potencia. De ahí que el nombre, incluido en una encuesta, cause tanta inquietud. Hay muertos que ganan batallas o logran triunfos que en vida no pudieron alcanzar. Nadie sabe qué puede pasar de aquí a dos años con Luis Donaldo Colosio Riojas, pero su nombre hizo recordar la ley de los antídotos. Veneno mata veneno. Un mito acaba con otro mito. El espíritu de Colosio tocó la puerta de Palacio Nacional”. Y sí, les movió el piso y les alborotó el gallinero.
EL ACABO
*“A Colosio Riojas lo describen como un joven político que no tiene las excentricidades y banalidades de otros de su generación, que no teme a los reflectores, que sabe el apellido que carga y se nota, y que tiene facilidad de palabra. El apellido lo reconoce todo México, él no tiene enemigos y tampoco ha estado metido en escándalos personales. En contraste, lo ubican como francamente novato, carente de la madurez para un cargo de esa magnitud, sin equipo y muy desconfiado”: Carlos Loret De Mola.
*Una cosa es cierta, con sus debilidades y fortalezas, Luis Donaldo Colosio Riojas es ya actor protagónico en el escenario político electoral de cara al 2024. Los votos de la añoranza y de la esperanza pueden ser suyos. Todas las encuestas habidas y por haber lo ubican a la cabeza del pelotón de aspirantes suceder en el caro al presidente AMLO, pero por una gran alianza opositora, pues si lo embauca el dueño de MC, Dante Delegado Ranuro, para hacerlo contender sólo abanderado por estas siglas, iría directo a la derrota. Eso sí, le haría crecer el negocio al político veracruzano.
*Le guste o no le guste, le cuadre o no le cuadre, al ciudadano presidente de la República, Luis Donaldo Colosio Riojas, digno hijo de padre famoso, es un hombre público bien vestido y peinado, con un discurso llano, sólidos principios, ideales y vocación de servicio público. Tiene todo para llegar a Palacio Nacional el 1 de octubre de 2024, y no hasta el 2030 como desean quienes no quieren competencia. Su gran oportunidad es en la próxima elección presidencial.
