SEGÚN datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el estado de Colima ha registrado un total de 507 homicidios dolosos de enero al mes de octubre de 2025, lo que representa una disminución del 27.2 % respecto al mismo periodo del año anterior. Esto es bueno. Sin embargo, entre la población continúa también el temor por los otros delitos que le vienen pegando fuerte: las desapariciones y las extorsiones. En este sentido, es positivo que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum impulse acciones de prevención y la modificación de leyes para endurecer las penas por estos delitos, aunque habría que valorar en su momento si esto es suficiente para disminuir también estos delitos porque la mayoría de estos casos siguen sin esclarecerse.
TAMBIEN pasan cosas buenas en la entidad. Y es que la gobernadora Indira Vizcaíno Silva destacó hace unos días que, por primera vez, el estado de Colima registra cero abandono escolar en el nivel primaria, logro histórico que atribuyó al impacto del programa ColiBecas y al compromiso del magisterio. La mandataria recordó que, en ciclos anteriores, cerca de 800 alumnas y alumnos abandonaban la escuela cada año, pero en este ciclo escolar fue el primero en que ningún estudiante dejó sus estudios. Y esto se debe en gran medida a que Colima es la única entidad donde se otorgan becas a todas y todos los alumnos de escuelas públicas, desde preescolar hasta universidad. Con estos buenos resultados se confirma que apostarle a la educación con inversiones significativas, como lo ha venido haciendo el gobierno de IVS, es la mejor inversión que puede hacer cualquier gobierno.
ES positivo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima implemente acciones para fortalecer la atención médica y reducir los tiempos de espera, mediante la ampliación de consultas de especialidades y la programación de cirugías durante los fines de semana, ya que esto disminuirá el rezago que existe en la atención a sus derechohabientes. No obstante, los derechohabientes siguen lamentando que a pesar de que el IMSS tiene buenos hospitales en infraestructura, equipamiento y personal, en no pocas ocasiones reciben un mal trato y hasta son víctimas de omisiones y negligencias, lo que nos hace recordar la demanda añeja de la derechohabiencia de que el personal actúe como servidor público, no como si la institución fuera suya o privada. Y en esto ha faltado más compromiso del Sindicato y de la propia institución para insistir en llegar a nuevos acuerdos que permitan dar un mejor trato a los derechohabientes, como es su obligación y como lo merecen los derechohabientes.
A propósito, el IMSS Bienestar ofreció en octubre pasado más de 100 cirugías gratuitas de cataratas a colimenses de tres municipios de la entidad. Durante tres días, personal médico y de Enfermería de la institución realizó 102 procedimientos gratuitos en el Hospital Regional Universitario de Colima en beneficio de pacientes sin derechohabiencia de Ixtlahuacán, Manzanillo y Tecomán. Estas acciones forman parte del programa nacional de fortalecimiento a la salud visual, impulsado por este sistema de salud en beneficio de la población colimense que no tiene seguridad social. A nivel nacional, el IMSS Bienestar ha realizado 1 mil 561 cirugías de cataratas, fortaleciendo así la salud visual de los mexicanos y el acceso equitativo a servicios médicos gratuitos. Esto puede ser una muestra de que esta institución ha iniciado el camino hacia su consolidación como sistema de salud, en beneficio de quienes son más vulnerables. Se esperaría que estas cirugías se continúen realizando en las otras instituciones del Sector Salud, sobre todo en el Issste, en donde existe un rezago en estas cirugías, ya que se puede complicar la visión de los derechohabientes.
NOS encontramos con una magnífica noticia: Con una inversión de 5.6 millones de pesos, la presidenta municipal de Manzanillo, Rosa María Bayardo, colocó la primera piedra del Centro de Bienestar Animal, con lo que inicia la construcción de la primera etapa de este espacio, único en su tipo en el estado de Colima. Al iniciar esta obra, la alcaldesa dijo que este centro “será un espacio donde los animalitos del municipio podrán sanar, ser rehabilitados, contará con sala de operaciones, área de curaciones, imagenología, zona de cuarentena y más espacios que permitan brindar atención especializada y humanitaria, y tener acceso a una vida digna”. Con este extraordinario proyecto, la alcaldesa de Manzanillo muestra la sensibilidad que tiene para apoyar o ayudar a los más desprotegidos o indefensos en este caso. Si este centro opera y funciona bien, como se ha proyectado, será un modelo a seguir para otros municipios como Colima, Tecomán y Villa de Álvarez, en donde también hay un importante número de peludos.
MUCHOS futboleros estamos perdiendo el gusto por ver a México porque la “selección” que ha presentado el DT, Javier Aguirre, no tiene idea ni pinta nada rumbo al mundial de futbol del 2026. Y la culpa o responsabilidad no es sólo de los jugadores que no debieran estar ahí ni tampoco es del entrenador en turno. El principal responsable se llama mafia del futbol mexicano (léase los dueños de los principales equipos del futbol mexicano y las televisoras más grandes del país), que mangonea al llamado Tri y lo maneja como un medio para proyectar a los jugadores de sus clubes con el fin de aumentar su plusvalía y venderlos más caros. Estos mafiosos son los que meten mano para quitar y poner a jugadores y al entrenador de México cada cuatro años, de tal manera que a la “selección” llegan jugadores recomendados que no tienen el nivel para estar ahí, no están en buen momento o de plano van en declive. Y lo peor es que en lugar de llamar a mejores jugadores, llevar una buena preparación rumbo a eliminatorias y mundiales y armar un equipo base o titular, se pierde el tiempo con un ir y venir de jugadores en cada convocatoria y en cada partido. En síntesis, no hay seriedad ni profesionalismo en el manejo de la selección, sino muchos intereses económicos. México no es manejado desde la banca, sino desde los lujosos escritorios de los propietarios de los clubes más grandes del balompié mexicano.

