Ya comenzó la fiebre de las encuestas para perfilar a quienes podrían competir para la gubernatura del estado en 2027. Como se sabe, encuestas van, encuestas vienen, confiables o no confiables, pero sólo nos dicen lo evidente y nos muestran, de acuerdo a ciertos intereses, sus tendencias, muchas de las cuales son usadas a modo. Hace poco, por ejemplo, salió el hoy morenista Locho Morán arriba de Rosi Bayardo, pero recientemente salió arriba Rosi Bayardo de Virgilio Mendoza, sin aparecer entre los favoritos Locho Morán. A cuál creerle.

En la entonces alianza prianista aparecían el edil capitalino Riult Rivera y la senadora Mely Romero, quienes quizá vayan por separado en los venideros comicios, por el PAN y el PRI, respectivamente. No se ve claro qué pasará con Movimiento Ciudadano, pero más allá de las encuestas los que más se mueven son Margarita Moreno y Chuy Dueñas. De partidos satelitales como el PT o Nueva Alianza, ya lo sabemos: ellos se acomodan a lo que diga Morena.

Yo agregaría a esta lista al rector de nuestra máxima casa de estudios, Christian Torres Ortiz, un perfil atractivo no solo por el plausible trabajo que está realizando al frente de la Universidad de Colima, sino porque conoce las problemáticas más urgentes de nuestra entidad y tiene la visión y amplitud para solucionarlas. Es una candidatura ciudadana que podría ser parte de cualquier esquema, si éste priorizara el bienestar para Colima: o ser postulado por Morena (dado el precipitado declive de su principal candidata), o bien ir por algún partido en lo individual (PRI, PAN, MC) o bien abanderar un frente de varios partidos políticos.

Lo que sí es cierto es que las alianzas rotas (PRI-PAN) no harán sino beneficiar al candidato morenista, quien iría en caballo de hacienda pues tendría una cadena de aliados: gobierno federal, gobierno estatal y mayoría de municipios. Por eso, si los partidos opositores se dividen (o logran dividirlos), Morena se impondrá en 2027.