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Transporte Público en Colima Pasó de 4 a 12 Pesos en 20 Años, un Aumento del 200%

Por: Eduardo Bravo

Columna: El susurro del barrio

Introducción

El presente artículo analiza los incrementos en las tarifas del transporte público en Colima, un tema que ha generado un amplio debate entre usuarios, concesionarios y autoridades. Desde el 13 de junio de 2024, tras su publicación en el Periódico Oficial del Estado de Colima, las nuevas tarifas son de 12 pesos en la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez, 13 pesos en Manzanillo y 10 pesos en Tecomán (Pantallazo, 2024).

Tomando como base el análisis de Flores (2019) sobre los aumentos del transporte público en Colima desde 2004, 2010, 2012 y 2017, y agregando la información expuesta anteriormente, se puede observar que el incremento acumulado representa un 200% en los últimos 20 años, ya que en 2004 la tarifa era de solo 4 pesos. A lo largo de este período, las tarifas han subido gradualmente: primero a 5 pesos en 2010, luego a 6 pesos en 2012 y a 8 pesos en 2017.

Sin embargo, el aumento más reciente y significativo se dio en 2024, cuando la tarifa pasó de 8 a 12 pesos, lo que representa un 50% de incremento en un solo ajuste.

20 años de compromisos incumplidos

En el marco de la actualización tarifaria del transporte público, el Gobierno del Estado de Colima (2024) emitió un comunicado informando que se establecieron varios compromisos por parte de los transportistas para garantizar mejoras significativas en el servicio. Los niños menores de 3 años seguirán sin pagar pasaje. Los transportistas se comprometieron a cumplir al 100% con el servicio en rutas, frecuencias y horarios, así como a iniciar un programa de rehabilitación y mantenimiento de unidades.

Mejorarán las condiciones laborales de los conductores, implementarán un sistema de prepago y realizarán revisiones técnico-mecánicas y documentales. Brindarán acceso al GPS de todas las unidades, activarán botones de pánico y sustituirán gradualmente las unidades actuales por vehículos más modernos y seguros.

Estos compromisos, sin embargo, contrastan con una historia de 20 años de promesas incumplidas. Los aumentos en la tarifa del transporte urbano en Colima, autorizados por las autoridades estatales y la Secretaría de Movilidad durante los últimos años, siempre han sido justificados con argumentos como mejorar la calidad del servicio, ampliar horarios y recorridos, y mejorar las condiciones laborales de los choferes. No obstante, estos objetivos nunca se han cumplido.

Cronología de los aumentos del 2004 al 2024

La cronología de los aumentos desde 2004 hasta 2024 muestra que el primer aumento ocurrió durante el gobierno de Gustavo Vázquez, cuando la tarifa era de 4 pesos. En 2010, Silverio Cavazos autorizó un aumento de 1 peso, llevando la tarifa a 5 pesos. Luego, en 2012, Mario Anguiano autorizó incrementar la tarifa a 6 pesos. Finalmente, en 2017, Ignacio Peralta aprobó un nuevo aumento que llevó la tarifa a 8 pesos (Flores, 2019). En cada ocasión, los compromisos fueron similares, pero no se cumplieron.

El aumento más significativo ocurrió en 2024, durante la administración de la gobernadora Indira Vizcaíno. En ese año, la tarifa pasó de 8 a 12 pesos, lo que representa un 50% de incremento en un solo ajuste. Esta decisión ha sido ampliamente cuestionada por la ciudadanía, ya que el impacto en el bolsillo de los usuarios es considerable.

Por ejemplo, si una persona toma dos camiones al día (uno de ida y otro de regreso), el aumento representa un gasto adicional de 8 pesos diarios. Para familias con dos o tres hijos que también utilizan el transporte público, el costo puede ser aún más crítico, precarizando sus ingresos.

Opinión de los usuarios y condiciones del servicio

A pesar de las promesas hechas por las autoridades y concesionarios, los usuarios han manifestado su descontento a través de diferentes medios. Una encuesta realizada por Pantallazo en Facebook el 21 de febrero reflejó que las mejoras no han sido perceptibles.

Los usuarios han señalado que los camiones están en mal estado: con rayones, grafitis, sillas rotas, espejos dañados y falta de mantenimiento (como la ausencia de pintura en los tubos y respaldos de metal). Además, persisten deficiencias como largos tiempos de espera y rutas limitadas.

Muchos usuarios se ven obligados a conformarse con este servicio debido a los altos costos de alternativas públicas o privadas como taxis, Uber o Didi. La situación se ha vuelto insostenible, y la frustración se refleja en comentarios virales y críticas constantes en noticias relacionadas con el tema.

Datos operativos y financieros

Según información proporcionada por los concesionarios y publicada por Pantallazo (2024), cada unidad de transporte urbano recorre un promedio de 127.62 kilómetros diarios y transporta a 471 usuarios al día. De estos pasajeros, el 13% (aproximadamente 61 usuarios) paga una tarifa preferencial con un descuento del 50% (6 pesos), mientras que el resto paga la tarifa regular de 12 pesos.

En cuanto a los costos operativos, cada camión gasta aproximadamente 2,400 pesos diarios en diésel. Esta información fue proporcionada por un chófer que me compartió evidencia fotográfica de sus cargas durante dos días. Considerando los ingresos diarios promedio por unidad (5,286 pesos), la ganancia neta diaria después del gasto en diésel sería de 2,886 pesos. Sin embargo, al incluir las pérdidas por descuentos preferenciales (367.38 pesos diarios), la ganancia neta real se reduce a 2,518.62 pesos.

Esto significa que cada camión obtiene una ganancia aproximada mensual de 75,558.6 pesos, cabe aclarar que no estoy incluyendo información como salarios, mantenimientos o fallas que se puedan presentar, además esta ganancia sería de una ruta que cumpla todos los parámetros mencionados como que trabaje todo el día y que transporte a más de 400 usuarios diarios.

No obstante, el presidente de la Federación de Transporte Urbano y Suburbano de Colima, Zenen Campos Beas, mencionó en una entrevista para Colima Noticias (2024) que los descuentos preferenciales pueden superar los 3 millones mensuales. En la misma entrevista, Zenen Campos comenta que existe una flota de 750 camiones urbanos y suburbanos. Si tomamos en cuenta el total de unidades y multiplicamos los descuentos, las pérdidas podrían llegar a 8 millones mensuales, según estimaciones propias basadas en los datos proporcionados. Pérdidas que por cierto las absorben los dueños de las unidades y no el gobierno estatal.

Condiciones laborales y modelo de gestión

En comparación con otros estados y ciudades como Guadalajara, Ciudad de México o Monterrey, el costo del transporte público en Colima es igual o más alto, a pesar de que en estas ciudades se mueven millones de personas con más unidades y servicios diversificados. En Colima, una zona no prioritaria económicamente con una población de 700 mil habitantes, los usuarios destinan entre el 8.6% y el 34.4% de sus ingresos al transporte, un porcentaje desproporcionado que afecta significativamente la economía familiar.

Por un lado, para una persona que vive sola y gana el salario mínimo mensual de 2025, que es de aproximadamente 8,364 pesos, el gasto diario en transporte de 24 pesos representa el 8.6% de su salario mensual, lo que equivale a aproximadamente 720 pesos mensuales, tomando dos rutas diarias. Por otro lado, para un jefe de familia, de un hogar de 4 miembros, que gana el salario mínimo mensual de 2025 y tiene que pagar el pasaje de transporte para él y sus tres familiares, considerando solo dos viajes diarios por persona, el gasto total asciende a aproximadamente 96 pesos diarios, lo que equivale a aproximadamente 2,900 pesos mensuales, representando el 34.4% de su salario mensual.

Las condiciones laborales de los choferes son otro problema crítico. Un conductor entrevistado reveló carencias como la falta de servicios de salud por parte de los dueños, jornadas exhaustivas de 16 horas diarias, salarios bajos y falta de contratos formales, el impago de días festivos, ausencia de días de descanso, seguro, Infonavit, uniformes o horas de comida.

Además, no cuentan con instalaciones para llegar al baño durante los variados trayectos, teniendo que detenerse en gasolineras cuando las hay, en otros casos llegar a porteros, detrás de su propia unidad, o aguantarse, lo cual constantemente les está ocasionando infecciones urinarias. Si necesitan descansar, los choferes deben contratar a un conductor alterno (llamado posturero) para que los reemplace mientras ellos comen, van al baño o atienden asuntos médicos, etc.

Propuestas basadas en el modelo de Jalisco

El transporte público en Colima es un tema multifactorial que involucra a usuarios, dueños, cooperativas, empleados y gobiernos. Su mal funcionamiento se debe, en parte, a que es un servicio privado disfrazado de público, donde existen cooperativas que manejan el sistema público y no el estado. De las cuales sus miembros, en la mayoría de los casos, son dueños de un solo carro, los cuales, al no tener ningún tipo de apoyo, son incapaces de cambiar sus unidades por nuevas, dar mantenimiento, pagar buenos salarios, prestaciones y, como su servicio obedece a intereses particulares y no públicos, muchas veces sacan el camión de su ruta establecida al ver poca demanda de usuarios, no respetando horarios y recorridos.

Para mejorar, es crucial voltear a ver modelos exitosos como el de Guadalajara, donde el gobierno ha invertido en transporte masivo integrado, modernización de flotas, tarjeta única de pago y subsidios directos. En Guadalajara, donde el Gobierno del estado de Jalisco (2022) ha implementado 102 kilómetros de cobertura en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), con un ahorro del 42% en tiempo de traslado. También se ha renovado el 70% de las unidades y se utiliza la tarjeta Mi Movilidad, válida en todas las modalidades de transporte. Además, se ofrecen subsidios como Mi Pasaje Verde, que destina $59.9 millones para estudiantes, $30.5 millones para mujeres, $59.5 millones para adultos mayores y $9.2 millones para personas con discapacidad.

Conclusión

En Jalisco, la intervención estatal ha logrado un transporte funcional, moderno e incluyente, con subsidios que reducen el gasto de los hogares y mejoras tangibles en seguridad y eficiencia, además de velar por los empleados del transporte público como los choferes. Para Colima, replicar este modelo implicaría subsidiar tarifas en rutas esenciales, fomentar alianzas entre dueños de unidades y vincular aumentos tarifarios a mejoras verificables, además de la intervención inmediata de la Subsecretaría del Trabajo para revisar las condiciones laborales de los involucrados. Solo así se rompería el ciclo de desconfianza y se garantizaría un servicio digno para usuarios y condiciones justas para concesionarios y choferes.

Referencias

Pantallazo Informa. (2024, 6 de junio). Entra en vigor la nueva tarifa al transporte urbano en Colima. https://www.google.com/amp/s/pantallazoinforma.com/2024/06/13/entra-en-vigor-la-nueva-tarifa-al-transporte-urbano-en-colima/

Flores, J. C. (19 de junio de 2019). ¿Cuánto han aumentado las tarifas del transporte público en 13 años? Colima Noticias. https://www.colimanoticias.com/cuanto-han-aumentado-las-tarifas-del-transporte-publico-en-13-anos/

Gobierno del Estado de Colima. (2024, 6 de junio). Comisión Mixta firma acuerdo con transportistas para mejorar el servicio y ajustar tarifas. https://www.col.gob.mx/Portal/detalle_noticia/NTkxMDE=

Colima Noticias. (2024, 11 de junio) MC, PRI y PAN deben despolitizar el incremento a la tarifa al transporte público urbano: Zenén Campos. https://www.colimanoticias.com/mc-pri-y-pan-deben-despolitizar-el-incremento-a-la-tarifa-al-transporte-publico-urbano-zenen-campos/

Gobierno del Estado de Jalisco. (2022, 8 de noviembre). Apuesta de transporte público del Gobierno de Jalisco tiene rumbo y está a un paso de consolidarse. https://www.jalisco.gob.mx/es/prensa/noticias/151350

Nota de autoría

Eduardo Bravo, licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas por la Universidad de Colima. Columnista independiente en diferentes medios de comunicación. Y autor de la columna “El susurro del barrio”.

Cita recomendada

Bravo, E. (29 de febrero 2025). Transporte público en Colima pasó de 4 a 12 pesos en 20 años, un aumento del 200%. Tribuna Comunista, 625, Ideas y Debate Revolucionario.

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