*Por 40 años han reglado comida a cientos de peregrinos que van de Tecomán a Talpa de Allende a pie, para venerar a la virgen del Rosario; esto, el tercer sábado de febrero de cada año
VILLA DE ÁLVAREZ, Col. Muchas de las razones por las que las personas emprenden alguna causa altruista, se debe a que han vivido en carne propia alguna situación, sumando a la Fe y Devoción que los mueve; tal es el caso de la señora Rosa Gutiérrez Flores (QEPD)
Doña Rosa, como la conocieron por casi 20 años muchos de los peregrinos que van de Tecomán a Talpa, inició esta la tradición de darle de comer, lo que nació gracias a la FE y DEVOCIÓN inculcada desde la niñez por parte de sus Abuelos, ya que era llevada ida y vuelta en burro a Talpa de Allen, en ese tiempo, por el único medio de transporte que existía, sumándole que era una familia con mucha creencia y amor hacia la Virgen del Rosario de Talpa, nos cuenta la familia de Doña Rosa.
Doña Rosa, al ser inspirada con esos valores desde muy pequeña no dudó cuando uno de sus hijos llamado Guillermo se casó con Evangelina Bejarano que era habitante del pueblo de El Mixcuate, y cada año se la llevaba a esa comunidad cuando pasaban los peregrinos para darles naranjas ya que querían que no pasarán sed y como muestra de apoyo a su peregrinar.
Cada año siguió creciendo esta muestra de solidaridad y apoyo por parte de la familia y cada que pasaban por la casa de los García Bejarano en la localidad de El Mixcuate, en el mes de febrero, ya con más posibilidades de apoyo por parte de sus demás hijos, se cambió de dar naranjas a tacos de chicharrón y de frijoles a todos los feligreses que pasaran por el lugar, argumentando que mientras Ella estuviera ninguno de los que fueran a pedir comida iban a pasar hambre o sed durante su estancia en el rancho (El Mixcoate).
Cuando se incrementaron los apoyos a los peregrinos, fue después del sismo de 1985, gracias, además, que toda la familia de Doña Rosa se ha caracterizado de ser fieles creyentes de la Virgen del Rosario participando en ir a visitar a la Virgen ya sea en vehículos o en peregrinaciones de algunos de sus hijos y nietos a pie a Talpa.
Año tras año, con más apoyo de sus hijos y ya de sus nietos la tradición siguió ya dando más comida a los cientos de peregrinos que llegaban a la casa de El Mixcuate, fueron grupos de más de 100 personas ya alimentados de manera gratuita por Doña Rosa, se les ofrecía carne con chile, frijoles, arroz rojo y caldo de pollo.
Doña Rosa (QEPD), lamentablemente falleció por ahí del año 2002, perdiendo así a un gran ser humano que dejo una herencia de altruismo, FE y Devoción a sus hijos nietos, quienes desde esa fecha continúan, aplicando el legado que les dejó
Nos cuenta su familia que esta tradición sigue prosperando aunque Doña Rosa físicamente ya no está con ellos desde el 23 de Agosto de 2002, sus 9 hijos Josefina, Ismael (finado), Angela, Francisco (Finado), Guillermo (Finado), Margarita, Salvador, Leticia y Graciela continúan con el legado que les dejó su mamá hasta fechas anteriores de pandemia, ya que era más difícil con la situación que se vivió durante la enfermedad del COVID, tiempo en que 2 de sus hijos fallecieron, sin ser éste el motivo de su defunción.
Queriendo retomar la tradición y con más posibilidades de ayuda y sin estar ya en pandemia restringida, se llegó a pláticas de los nietos con los hijos de Doña Rosa de regresar con el legado que había empezado su Abuela, no quería que se perdiera esta tradición de dar comida a todo al que pasara por esas fechas por El Mixcuate, regresando con la organización por parte de su nieta pero con todo el apoyo y motivación de la demás familia y amigos cercanos que se sumaron para seguir honrando su enseñanz.