Quiéralo o no, le guste o no le guste, le cuadre o no le cuadre, el lenguarico todavía dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, de largo historial en el abuso del poder y la corrupción como gobernador de Campeche que fue en los dorados tiempos de Enrique Peña Nieto, tras once gubernaturas estatales perdidas al hilo y dos más en puerta, Coahuila y Estado de México, a la voz de ya debe ahuecar el ala antes de que sus propios compañeros tricolores lo corran a escobazos.

Su continuidad al frente del maltrecho PRI es insostenible. Si los priistas lo aguantan hasta las elecciones del domingo 4 de junio de 2024, pagarán muy caras las consecuencias de su permisividad y dejadez. El tal Alito nada tiene que hacer de cara a las elecciones de 2023 y 2024, sus negativos son pesado lastre para su propio partido y para los otros dos integrantes de la Alianza “Va por México”, PAN y PRD.

Entre más se tarden los aliancistas en desafanarse del perdedor sujeto a quien la gobernadora de Campeche agarró como perico a toallazos y la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) trae en su mira por haber triangulado recursos con la compra-venta de inmuebles, peores serán los daños al PRI y a su alianza con PAN y PRD.

“El PRI tiene que pedir perdón. Tiene que ofrecerle un perdón a la sociedad mexicana, tiene que decirle a la sociedad, ofrecer una gran disculpa política por los errores cometidos, y los errores cometidos a partir de que la sociedad recuperó o restauró la confianza en el PRI en el 2012”, ha sentenciado su ex dirigente nacional Dulce María Sauri Riancho, pero también debe comprometerse a regresarle al pueblo lo robado, y convencerla de su propósito de enmienda; es decir, de que nunca jamás le volverá a hacer travesuras. Lo mismo aplica al PAN que ostentó la presidencia de la Republica el docenario 2000-2012.

Sauri Riancho opina que “hay momentos en los que se ayuda al partido haciéndose a un lado y otros en los que es necesario resistir”, y como el todavía presidente del CEN del PRI se encuentra en el primer supuesto, debe revisar a conciencia “los resultados de su desempeño”, a todas luces desastroso, y regresarse con su desafinada música a Campeche para allá darle guerra a su gobernadora Layda Sansores San Román. Ojalá que le dicen a su partido lo entienda el PAN. Para Beatriz Paredes Rangel, Alejandro Moreno Cárdenas debe valorar la pertinencia de permanecer en la dirigencia del PRI.

“El tema principal de la reunión de introspección (de este martes 14 de junio de 2022) no será que se vaya, que renuncie, pero tampoco se descarta. Su renuncia está en la mesa. No se va a descartar ninguna acción hasta tener una idea clara del camino que el partido debe seguir”. O sea, de que se va, se fue conchita al mar. Doña Beatriz da en el clavo al afirmar que “Es necesario que el partido mantenga un ritmo y que éste no debe ser interrumpido por cuestiones electorales.

Al PRI le hace falta apertura interna y hacia la sociedad civil, por lo que se requiere del fortalecimiento del partido para ser una mejor opción ante el abstencionismo. En el contexto, el nivel de votación de las pasadas elecciones tuvo un gran abstencionismo. Pensamos que el volumen tan importante de votos que perdió Morena en esta elección podría haber tenido otra opción. Es evidente que si la gente prefirió no votar es que las opciones que se han presentado no están logrando motivar a la ciudadanía.

”Bien por las tres damas tricolores: Claudia, Dulce María y Beatriz, al ventilar el tema de la insostenibilidad de su perdedor dirigente nacional que se resiste a regresarse con todo y chivas al Sureste; y plantear la inclusión a sectores no partidista de la sociedad en la política para “construir algo más amplio, no sólo con otros partidos, creo que lo que queremos o deberíamos buscar es la incorporación de otros liderazgos y de otras representaciones de causas, de colectivos, de personas que quieren un País como el que nosotros queremos: un País abierto al mundo, donde ciertamente hay que atacar la desigualdad”.

EL ACABO

*Como la Alianza “Va por México” ha declarado una moratoria constitucional en el Congreso hasta el 2024 para evitar que sean aprobadas, sin moverles ni una sola coma, las reformas electoral y Guardia Nacional que a toda costa quiere imponer el presidente de la República, las huestes 4teístas ya pueden ir preparando su segunda versión de “Traidores a la patria”.

*“Que quede bien claro. No permitiremos romper con la autonomía, integración e independencia del INE ni favorecer la militarización del país que atenta contra la democracia”, puntualizan los aliancistas a quienes el senador morenista Ricardo Morenal Ávila, siempre conciliador él y fiel al amo AMLO que no le echa ni un lazo ni lo considera corcholata, les pide reconsideren su postura: “Vayamos por consenso o por acuerdo a actualizar el marco normativo, que es indispensable en nuestro país”. ¡No pos’ sí¡ El problema que su líder moral desprecia el consenso y el acuerdo, Lo suyo es la imposición. ¿O no?