La primera morenista del estado, en mala hora para su proyecto político transexenal, incorporó a su partido y al Segundo Piso de la Cuarta Transformación, a los ex panistas y ex adecistas Leoncio Morán y Azucena López, par de aretes que no entiende razones tratándose de satisfacer sus desmesuradas ambiciones políticas y de poder económico. El primero se ve ya en su quinta aparición como candidato a la gubernatura postulado por la marca ganadora de Movimiento de Regeneración Nacional, en tanto que la señora López de Morán, “la de Morena” , montada está en volver a contender por la alcaldía de Colima de nuevo del brazo de su lenguaraz marido.

En su megalomanía política, Morán convencido está de que, para él y su familia, la quinta intentona será la vencida, la buena, como para el presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue la cuarta. Total, una más o una menos no hace diferencia alguna. Los Morán-López están en todo su derecho a soñar que la luna es queso, y los politizados electores colimenses en el suyo de juzgarlos de cotón largo, a lucas.

A los dueños de la franquicia morenista en el estado les corresponde alinearlos por la izquierda, tarea poco menos que imposible porque ninguno de los dos tiene rienda ni acredita lealtad y disciplina, Ellos van por lo que creen suyo y de nadie más. El perdón que obtuvieron de sus trapacerías gracias a su conversión al morenismo, los llenó de soberbia y engreimiento.

Como parte de su campaña electoral anticipada, con la mayor desfachatez y cinismo habidos y por haber, como la fresca mañana, Leoncio y Azucena recorrieron las oficinas centrales del H. Ayuntamiento de Colima para, dizque imbuidos del espíritu navideño, entregarles baratijas a los mismos trabajadores a quienes el primero de los nombrados perjudicó al no transferirles hacia su Fondo de Pensiones las aportaciones correspondientes, y dejar un adeudo ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de 27 millones 491 mil 995 pesos, por omisiones a las retenciones de impuestos sobre la renta y por asimilación a salarios, registrados durante su administración municipal del 2018 – 2021.

En plena temporada navideña que se supone debe ser de paz, armonía y buena voluntad, Morán y López le pegaron con furia incontenida al presidente municipal de Colima Riult Rivera Gutiérrez, sin razones ni sustentos, simplemente por mera rijosidad compulsiva, ni reparar en que entre su jefa política la gobernadora Indira Vizcaíno Silva y el alcalde capitalino hay una relación institucional y personal sustentada en el diálogo y el respeto mutuo, valores que Leoncio y Azucena están lejos de entender y practicar.

.

EL ACABO

*La primera participación de Morán como candidato a la gubernatura de Colima fue en la elección extraordinaria celebrada el domingo 10 de abril de 2005 cuando el priista Jesús Silverio Cavazos Ceballos+ lo hizo morder el polvo. La segunda, ordinaria, diez años después, domingo 7 de junio de 2015, que perdió ante el falso priista José Ignacio Peralta. Luego vino la tercera que fue la extraordinaria del domingo 17 de enero de 2016 donde el bilingüe egresado del ITAM y de Essex University le repitió la dosis. En la cuarta del domingo 6 de junio de 2021 la morenista Indira Vizcaíno Silva lo dejó para el arrastre fast-track al grado de que tuvo que hilvanársele a sus enaguas para seguir viviendo del presupuesto. Como no aprende, en 2027 irá por su quinta derrota estatal al hilo postulado por no faltará qué partido.

*La regidora ex priista conversa al emecismo, Elia Margarita Moreno González, a quien en las elecciones del domingo 2 de junio de 2024 los electores la tundieron duro y tupido en las urnas mandándola hasta el tercer lugar de la contienda por la presidencia municipal de Colima, a toda costa quiere ser el foco de atención como si todavía fuera alcaldesa y no una regidora de consolación.

*Abusando de la civilidad de sus compañeros de Cabildo y de los funcionarios municipales, Elia Margarita pelea cámara y reflectores en cuanta reunión celebra el alcalde Riult Rivera Gutiérrez con ciudadanos de barrios, colonias y comunidades, sin que tenga pitos qué tocar en las mismas. Alguien debe decirle que todavía no es tiempo de campaña y que sus días de alcaldesa ya pasaron.