En los últimos tres años, los partidos políticos que conformaron las coaliciones “Vamos por Colima” y “Fuerza y Corazón por Colima”, Acción Nacional y Revolucionario Institucional, se debatieron, más que en la austeridad republicana, en la pobreza franciscana, debido a las multas que les impuso el Instituto Nacional Electoral y al pago de laudos laborales, rubros que absorbieron el grueso de sus finanzas, incluidas las prerrogativas recibidas vía Instituto Electoral del Estado. La carga fue tal que afectó seriamente su capacidad de operación en el reciente proceso electoral 2023-2024.
Para remediar parte de los males económicos que lo aquejan, el Partido Revolucionario Institucional ahora dirigido en el estado por Enrique Rojas Orozco, se apresta a vender parte de sus bienes para remediar sus males como las liquidaciones a un grupo de quienes fueron sus empleados. Hay que reconocer que una inteligente decisión tomada por el exdiputado local, ex alcalde de Villa de Álvarez y ex diputado federal fue dejar de pagar 40 mil pesos mensuales de renta llevándose sus chivas al edificio sede el Comité Directivo Municipal del PRI Colima ubicado en la avenida 20 de Noviembre 402 de la capital del estado.
Gracias a la eficiente gestión y a la capacidad de negociación de la presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional, los panistas pudieron cubrir ya la mayor parte de sus pasivos laborales y conservar su emblemático edificio de la avenida La Paz número 44, Colonia Santa Bárbara, en la ciudad de Colima, que más de algún vival aconsejaba rematar.
Desde luego que hay responsables de haber metido a los partidos políticos Acción Nacional y Revolucionario Institucional en camisas de once varas. Ellos fueron algunos de sus exdirigentes y excandidatos a cargos de elección popular que se pasaron de lanzas, la mayoría de esos mercenarios de la política partidista fue acogida con fanfarrias por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional. Sus nombres, apellidos y negro historial no valen la pena ser mencionados. ¿O sí?
El saneamiento administrativo y financiero logrado hasta ahora por el PAN aventaja al del PRI, logro indiscutible que tiene a la dirigente del primero, Julia Jiménez Angulo, puesta y dispuesta a contender por otro periodo trianual al hilo, el 2024-2027, en la elección interna programada para el último bimestre de este mismo año que corre como liebre, llevando de nuevo como candidato a Secretario General a Francisco Santana Roldán, fórmula que desde ahora luce ganadora.
El reto para Jiménez Angulo y Santana Roldán de cara a los comicios de 2027 cuando estará en disputa de la gubernatura del estado, será incrementar sustancialmente su militancia, reposicionarse en el ánimo de los ciudadanos y ser electoralmente mucho más competimos de lo que fueron en los recientes de 2024.
Lo mismo aplica al Revolucionario Institucional en cuya dirigencia estatal seguirá el experimentado, conciliador y realista Kike Rojas que no se amilana sabiendo que la tiene muy cuesta arriba. Habrá que estar atentos al desempeño que en el futuro observen y a los resultados que logren tanto panistas como priistas.
EL ACABO
*Hay diputadas locales electas como la ex panista y ex adecista conversa al 4teísmo liderado por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Glenda Yazmín Ochoa, que convencidas están de que el domingo 2 de junio de 2024 ganaron por sus lindas cara, encantos personales y gran aceptación popular, cuando la mayoría de ellas lo hizo gracias a los programas sociales del Gobierno Federal y a la devoción que el pueblo bueno le profesa al líder moral de la 4T Andrés Manuel López Obrador.
*Como la señora Ochoa se cree querida de las electoras y adorada de los electores del municipio de Colima, ya se ve investida candidata de MORENA y sus aliados PVEM y PT, candidata a la alcaldía 2027-2030, e instalada en la oficina principal ubicada de Torres Quintero Número 85 de la capital del estado. Así de elevada anda, subida en la nube como a 20 mil metros de altura. El porrazo será de pronóstico reservado. Al tiempo.