Miles de trabajadores, estudiantes universitarios e integrantes de la oposición se congregaron en el Ángel de la Independencia para marchar hacia el Senado e intentar frenar la polémica reforma judicial que podría aprobarse en las próximas horas.

Desde primera hora, los inconformes se congregaron en diferentes puntos del centro de la Ciudad de México para manifestar su rechazo contra la iniciativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que propone, entre otras cosas, la elección de jueces por voto popular.

Al grito de “¡Sin poder judicial! ¿quién te va a amparar?” y “¡El Poder Judicial no va a caer!” y  pancartas con leyendas como “Es falso que la votación le haya dado a la 4T (cuarta transformación) el poder de reformar la Constitución”, los manifestantes comenzaron la caminata rumbo a las instalaciones del Senado, donde más tarde los legisladores se reunirán para aprobar la reforma.

Los manifestantes señalaron que acudieron a la marcha para presionar a los senadores para que no aprueben la reforma, la cual consiguió el pasado miércoles el aval de la Cámara de Diputados.

Entre los manifestantes se pudieron ver a algunos políticos, además de un contingente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes con gritos de “¡Poder Judicial aguanta, la UNAM se levanta!” mostraron su rechazo a la propuesta.

La reforma al Poder Judicial ha desatado diversas protestas, entre ellas un paro en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como marchas estudiantiles en contra de la iniciativa, lo que obligó a los legisladores a llevar a cabo la sesión en una sede alterna, ya que los accesos al palacio legislativo fueron bloqueados por los participantes en las protestas.

El dictamen, propuesto en un paquete de 20 reformas en febrero pasado por López Obrador, avaló entre otros puntos: reducir de 11 a 9 los miembros de la SCJN y que su encargo pase de los 15 a los 12 años, además de dos elecciones para renovar los cargos del Poder Judicial, la primera de ellas extraordinaria, en junio de 2025 y una segunda en 2027.

También contempla la eliminación de la pensión vitalicia para actuales y futuros ministros de la Corte, y un ajuste a sus remuneraciones al tope máximo establecido para el presidente de México.

Además contempla la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal por 2 instituciones, incluyendo un Tribunal de Disciplina Judicial y la eliminación de las dos salas con las que cuenta actualmente la Suprema Corte.

La reforma judicial en México ha levantado advertencias de organismos multilaterales, como las Naciones Unidas; organizaciones empresariales, como la International Chamber of Commerce; calificadoras, como Fitch; y entidades como Citibanamex, Stanley Morgan y UBS, entre otros como las embajadas de Estados Unidos y Canadá, por considerar que suponen riesgos a la inversión privada, tratados comerciales y posibles sanciones económicas.

Jóvenes apoyan

En contraparte, un grupo de jóvenes universitarios a favor de la reforma judicial también marchó en apoyo a la iniciativa presidencial.

Los estudiantes portaban pancartas en las que exhibieron el salario de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aunque excluyeron a ministras como Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loreta Ortiz, todas cercanas al gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Esas acciones a favor de la reforma generaron encontronazos con quienes se oponen, y un grupo de manifestantes contra la iniciativa rompió pancartas e insultó a los jóvenes que apoyan la propuesta, que empezará a discutirse en el Senado.

El Senado comenzó un nuevo periodo de sesiones con 85 de los 128 escaños en manos de la alianza de tres partidos del oficialismo, por lo que solo requieren un voto más para alcanzar la mayoría calificada de dos tercios de la Cámara alta para modificar la Constitución.

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