balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Entre las desigualdades sentidas, podemos citar la invisibilidad.

No ver, no escuchar, no contar. Con todo lo que esto implica en la negación de sus derechos.

Esta realidad se vive, desafortunadamente en un México tan rico, tan diverso y, a la vez, tan desigual.

No se trata de que se ignore o desdeñe; en verdad, para muchos sectores de la sociedad no hay existencia, es el no-ser.

De esta forma, muchas personas, grupos sociales, viven en las marginalidades sociales; destinadas a entenderse entre ellos y ellas, a luchar por espacios, por una voz, por su reconocimiento.

Por ello el discurso homogéneo, el que seamos todas y todos iguales -siendo tan diferentes-, no es lo que conviene a una sociedad; de tomar ese camino, se termina por sentirse únicos, auténticos y verdaderos y aquello que no encaja, por consiguiente, es peligroso, desechable, “la mosca en la leche”, “el prietito en el arroz”, “la oveja negra”.

Así, muchas personas que se identifican por sus características van siendo ignoradas por la sociedad y sus instituciones.

Pero el tesón, el hacer escuchar su voz, exigiendo su reconocimiento y visibilidad, va cambiando de a poco, a pesar de las resistencias, los escenarios.

Este es el caso de las personas afrodescendientes. Sí, existen en nuestro país.

Recientemente se conmemoró el día internacional destinado a la reflexión en torno a este grupo poblacional, con el objetivo de reflexionar en torno a la discriminación por motivo de raza. Muchos ejemplos hay sobre como esta mirada genera exclusiones, odios, agresiones, llegando al asesinato.

El INEGI, responsable de la estadística y geografía de interés nacional en nuestro país, contó, por primera vez, a estas personas en el 2015, en la Encuesta Intercensal.

Recientemente, a propósito de este día internacional, compartió datos sobre este grupo poblacional tomando como fuente la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023. Comparto algunos datos. En proporción a su población, la entidad con mayor porcentaje de personas que se consideran afrodescendientes (autoadscripción) fue Guerrero con el 9.5%, luego Morelos con el 4.9% y en tercer lugar Colima con el 3.9 por ciento.

En números absolutos la población se concentra en las entidades: México, Guerrero, Nuevo León, Chiapas, Jalisco y Oaxaca, con más de la mitad de la población afrodescendiente en el país.

Las diferencias enriquecen, ello implica cambios en las formas de relacionarnos en todos los espacios de interacción; requiere una convivencia basada en el respeto, en los derechos que todas las personas tenemos por el hecho de ser.

Seamos iguales en la diversidad.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here