“Mentirle al pueblo no nos cuesta nada a los gobernantes”, -el problema es cumplir la palabra empeñada cuando buscamos el voto-, las promesas no deben ser engañosas y perversas, porque el pueblo de Roma ya no aguanta tantas mentiras ni tantos impuestos porque viven como esclavos y nosotros los senadores vivimos en una opulencia, es triste también ver que ya se corrompieron los opositores y solo nos critican para lograr estar sentados aquí sin cumplir lo que prometieron, el afectado es siempre el pueblo, “debemos salir todos a ver los problemas de los campos, de la gran ciudad antes de que nosotros mismos destruyamos a Roma”.
“La columna de hierro, Cicerón y el esplendor del Imperio Romano” de Taylor Caldwell, es una obra política extraordinaria que todos nuestros gobernantes deberían tener y leerla, es una compilación de diálogos de los senadores romanos y sus pensamientos, fruto de nueve años de investigación, es una fascinante recreación de la vida de Marco Tulio Cicerón en la Roma imperial, su autora de origen inglés, Taylor Coldewll, describe el mundo de la antigua Roma con gran exactitud y alcance de una figura tan excepcional y controvertida como lo fue Cicerón, logró ser senador, cónsul, fue analista político y extraordinario líder romano con gran apoyo popular lo que le hizo ganar muchos simpatizantes y amigos, pero también enemigos políticos para quitarle el poder, por ello fue asesinado, vale la pena leer este libro, para valorar que gran parte de lo que ocurría en aquella histórica época concuerda mucho con lo que pasa hoy en México.
Cicerón en otro discurso dice; “Hoy trajeron al senado a otro pobre granjero, Persus, encadenado porque no pudo pagar sus impuestos, vemos sus ropas rasgadas y a su pobre familia mal vestida también llorando porque no les fue bien en las cosechas y aquí solo levantamos la mano para que los encarcelen aplicándoles la ley, la ley siempre es en su contra y me dicen que ya les quitamos sus tierras también y aun así no alcanzan a pagarnos lo que deben de impuestos, ya son muchos los que hemos encarcelado, algo está pasando, ¿por qué no revisamos mejor como gastamos el dinero público también?
Si nuestro gobierno está en bancarrota y ocupamos más dinero, agregó Cicerón, no es aumentando impuestos o encarcelando a la gente o quitándoselo a los ricos para que paguen más impuestos, así no resolveremos los problemas del gobierno como lo afirma el senador Antonio, debemos ver primero que la gente trabaje y produzca, pero “que no haya despilfarro o mal uso del dinero recaudado”. Yo ya no estoy de acuerdo en levantar la mano para que este pobre hombre y su humilde familia que trabaja para sostener a su familia todavía lo encarcelemos, después de quitarle sus tierras, dejemos que las trabajen porque estarán abandonadas simplemente fue un mal temporal, vayamos revisando todas las leyes, pero también el “uso adecuado del dinero de los impuestos para que rindan más”
LOS CANDIDATOS ELECTOS ESCONDIDOS Estos diálogos y reflexiones de los senadores romanos son muy importantes para tomar conciencia sobre la gran responsabilidad de un gobernante que asume el poder, de sus compromisos que hacen en las campañas, porque nunca son congruentes entre lo que prometen y hacen al momento de asumir el poder, ahorita por ejemplo, los candidatos electos federales, estatales y municipales están agazapados sin sacar la cabeza y sin contestar sus teléfonos ni a los que los apoyaron, están escondidos, ésta es nuestra nueva clase política gobernante “engañan a la gente”, y como dijo Cicerón, mentirle al pueblo no nos cuesta nada, el problema es cumplir la palabra empeñada para que nos sigan creyendo y apoyando.
Cabe aclar que no todos los gobernantes son mentirosos, porque hay también otros hipócritas, soberbios que nunca te reciben o tramposos que buscan beneficiarse de sus cargos, pero debemos admitir y reconocer, que sí hay también algunos sencillos, amables y que hablan con la verdad, te hablan y precisan muy claro; no se puede, no hay ninguna posibilidad, pero quizás en otro asunto te pueda ayudar, o bien buscan otras alternativas para darle solución usando el sentido común, esos poquitos son los buenos. Pero la mentira y el engaño en la política mexicana le ha hecho mucho daño al país, como eso de que tendremos un sistema de salud como Dinamarca cuando estamos peor que antes, pero el engaño ha funcionado.
¿Y EL GOBIERNO MIENTE? El gobierno de Enrique Peña Nieto mintió sobre la causa de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y por ello cayó mucho su credibilidad y confianza, quizás por los dos niveles de gobierno de ese estado que le mintieron sobre lo que realmente había sucedido en la desaparición de los normalistas en Iguala, Guerrero, durante la larga noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, nada se resolvió en favor de los padres de familia en el sexenio, realizaron protestas y plantones, igualmente ocurrió con la actual administración federal que está por concluir de López Obrador, se olvidaron del compromiso moral de la campaña presidencial de investigar este atroz crimen y lograr saber la verdad.
Consideramos que los mexicanos vivimos en un país representado por gobiernos cada vez más insensibles, deshonestos y buenos para el engaño social, pues hay una evidente crisis de confianza sobre los partidos y un engaño masivo de los electores, sin respeto a los derechos humanos, sin ética ni moral de muchos funcionarios, y lo que es peor sin realizar obras relevantes pero todos contentos por sus discursos de llenos de esperanza y de que todo está bien, sin ser cierto, y peor sin ser trasparentes en el uso de los recursos, la política del discurso a base de mentiras o el engaño debe parar por el bien de nuestro país.