Ante el naufragio de los gobiernos 4treros, Federal y estatales como el Colima en el rubro de la seguridad pública, la peor gobernadora del país en este rubro y en otros también vitales como la salud, la educación, la movilidad urbana, el empleo de calidad y el aliento y respaldo a las actividades productivas tanto en el campo como en las urbes de la entidad, Indira Vizcaíno Silva da patadas de ahogada echándole la culpa de todos los males de Micaela a los gobiernos municipales que son quienes reciben los reclamos cotidianas del pueblo bueno que no sabe de niveles de competencia (municipal, estatal o federal) a la hora que ser víctima indefensa de la grave, desbordada, incontrolable violencia imperante en el estado tras casi tres años de puro echarles culpas a otros sin, fiel a su formación izquierdista, jamás aceptar responsabilidad alguna.
Indira sabe que su inoperante gobierno ejerce el monopolio en el estado de los recursos y programas para prevenir el delito y castigar a los criminales, incluido el respaldo hasta la ignominia de las fuerzas federales como el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, y que las policías municipales son las que, con las vidas de sus agentes, todos los días a cualquier hora, pagan la impunidad que a la delincuencia organizada le dispensa su capo Andrés Manel López Obrador.
No es la primera vez que Indira lanza a su jauría a ladrarles a los alcaldes por el tema de la seguridad pública como recientemente lo ha hecho con la incompetente mujer a la que se le hizo bolas el engrudo en la nominación de candidatos a cargos de elección popular desde la dirigencia estatal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Dulce Huerta Araiza, pues antes que ella, hace unos meses, salió con la misma batea de babas el esquirol de la democracia en Colima, el colaboracionista, gran simulador, Virgilio Mendosa Amezcua, ex adecista, ex priista, ex panista y verde morado, siempre al servicio del mejor postor.
Por más que quiera evadir la responsabilidad por todos sus excesos, abusos, frivolidades e incumplimientos registrados en los primeros dos años y medio de su pésimo gobierno culpando a los gobiernos municipales de todo lo habido y por haber, el domingo 2 de junio de 2024 los electores colimenses pasarán por las armas de sus votos a los candidatos identificados con Indira y su papi. Ese día les cobrarán con creces en las urnas las altas cifras de homicidios dolosos, desapariciones forzadas, feminicidios, extorsiones, cobros de piso, tráfico de migrantes, robos de automóviles y a negocios y casas habitación, cometidos por la delincuencia organizada que opera a sus anchas a lo largo y ancho del estado de Colima.
Ese día los candidatos de Indira, principalmente quienes han estado cobrando como diputados locales para solapar a corruptos de la administración Peraltista y de la en funciones que tanto presumió de ser diferente, podrán ser castigados sin misericordia alguna en las urnas por los votantes a quienes ha perjudicado su incompetencia y deshonestidad. También, le cobrarán una a una todas sus frivolidades, su enriquecimiento súbito y escandaloso, y por haber reprimido violentamente a las mujeres en su mero día 8M.
A los gobernadores Vizcaíno no les preocupa tanto volver a perder las alcaldías de Colima, Comala, Coquimatlán y Villa de Álvarez, tampoco sumar a esta lista de derrotas las de Armería, Manzanillo y Tecomán, sino el Congreso del Estado donde vegetaron los mismos que quieren repetir plato en la LXI Legislatura Estatal. Indira y Arnoldo saben que sin el control del Poder Legislativo Estatal el próximo trienio 2024-2027, no se la van a acabar, por eso andan iracundos, desquiciados, furiosos, dando patadas de ahogada a diestra con la siniestra.
EL ACABO
*Desubicada e incongruente a más no poder, Indira ve el remedio a la violencia en Colima que hasta ahora no ha podido atajar, en echarle la culpa a los alcaldes, mientras que su candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, propone “consolidar la Guardia Nacional y fortalecer su coordinación con las policías estatales, la inteligencia, la investigación y la coordinación para reducir la impunidad”. Una está errada, y no es Claudia.
Parafraseando a Indira, Colima sigue sumida en la profunda violencia porque es gobernadora “con irresponsabilidad e insensibilidad”, pero ahora por el PRIMOR que ella encarna.