balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
Andar en círculos, como se dice, no es bueno. Refiere a una acción repetitiva que no lleva a ninguna parte. Bueno, sí, te lleva al mismo lugar, una y otra vez.
También se dice, entre otras cosas, que quien no conoce su historia está condenado -se utiliza esta palabra- a repetirla, haciendo referencia a cuestiones de índole negativa.
En este contexto, de repetir lo que se conoce, pero que no se aprende, podríamos incluir las candidaturas en el proceso electoral actual de personas que han militado en otro partido -o en varios- y que es muy posible, como la historia recientísima y no tan lejana lo demuestran, que no concluirán representando al mismo partido que les postuló.
Regresando a la cuestión del círculo. Este tiene muchas connotaciones positivas. Por ejemplo, el círculo de amistades; la invención de la rueda, que tiene esta figura, y que fue un revulsivo importantísimo para el ser humano.
También está el símbolo atávico del uróboro (la serpiente que muerde su cola) y que simboliza el eterno retorno, el ciclo de la naturaleza. Como las estaciones, que se suceden unas a otras, que son las mismas -primavera, verano, otoño, invierno- pero nunca iguales.
Esta larga introducción para referirme a algo que considero un círculo virtuoso, la Economía Circular, que pienso vinculado a lo que se conoce como Desarrollo Sustentable.
Con ese equilibrio -tan frágil- entre la naturaleza, el ser humano y la economía. Por ejemplo, habría que armonizar en Colima: 731,391 habitantes (2020)+33,566 negocios (2019) en 5,626.9 km2 (INEGI).
En una sociedad de consumo, alto consumo, se requieren acciones que alargue la vida de las cosas, de los productos que se consumen, a fin de disminuir los deshechos e impactar en menor escala en la naturaleza, el medio ambiente, el entorno, la casa común.
Eliminar los productos de un solo uso, tendría que ser una actitud asumida; lo anterior solo como un ejemplo de lo que se puede hacer. Otro es entrar a la universidad y plantar un árbol, concreta, directa, útil, necesaria, pertinente.
Cambiar hábitos de consumo no es cosa de un día, es generacional. Así como fuimos, poco a poco, incorporados a la sociedad de consumo, hay que seguir dando pasos hacia una sociedad corresponsable. El “co” es importante, porque implica comunidad, la responsabilidad individualizada no es suficiente, requiere la coparticipación.
Otro ejemplo de círculo está en la música. Quienes alguna vez pretendimos aprender a tocar guitarra, supimos que había que practicar los “círculos”, entre ellos, el más fácil el de Do. Y eso era practicar y practicar y, cuando menos se pensaba, se vinculaba ese círculo con letra: ahí estaba la canción, para la serenata, las convivencias, los festivales.
Así, en este contexto están los cambios en el consumo: enseñar, practicar, practicar, interiorizar, hasta que sea hábito aprendido y compartido.