El anuncio del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de abandonar la campaña primaria republicana para brindar su apoyo a Donald Trump ha dejado la carrera por la candidatura entre solo dos contendientes, el expresidente y la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien quedó en tercer lugar debajo del exmandatario y DeSantis en la camarilla de Iowa. Lo más probable es que Trump logre obtener la candidatura republicana y se vaya a enfrentar contra quien resulte victorioso en las primarias demócratas.

No es del todo seguro que Donald Trump logre obtener nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, la posibilidad es bastante grande, pero sería muy tonto descartar una posible victoria demócrata. Lo que vale la pena señalar es el efecto que tuvo Trump en la democracia estadounidense, las condiciones apropiadas se dieron para que un líder populista se alzara en ese país y marcara un antes y un después en la forma de hacer política.

El populismo de derecha de Trump ha inspirado a otros actores en distintos países, ahí está el caso de Javier Milei en Argentina quien logró convertirse en el primer presidente libertario de Sudamérica. En México vivimos con un régimen populista bajo el mandato del presidente López Obrador y que continuará con Claudia Sheinbaum, pero este es un populismo de corte más izquierdista, por llamarlo de una manera.

Últimamente han surgido en el escenario político nacional pequeñas personalidades que muestran una clara tendencia hacia la extrema derecha como el actor Eduardo Verastegui quien intentó ser candidato independiente a la presidencia y la titular de la alcaldía Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Antes de proseguir señalo que la presente publicación no busca atacar a la derecha, tanto esta como la izquierda tienen ciertos postulados razonables, son sus extremos los que son perjudiciales.

La presentación de la Organización por la Familia y la Seguridad por México, presidida por Cuevas, estuvo muy marcada por la similitud a un evento político estadounidense o el de una de las mega iglesias protestantes, además la participación de presuntos militares dejó un cierto tinte de fascismo o glorificación a la mano dura.

Reitero que estos personajes cuentan con una presencia relativamente pequeña en el escenario político, sin embargo, ante un país con cada vez mayores grados de polarización y poca creencia en la democracia no será sorpresa que de repente tengan un auge en popularidad, siempre y cuando las instituciones democráticas no hayan sido desmanteladas por los dirigentes actuales.

Las victorias de Milei en Argentina y de Nayib Bukele en El Salvador han sacudido Iberoamérica, es posible que lentamente en México se comiencen a externar cada vez más las ideas militaristas y de extremas de derecha. Es difícil considerar que alguna corriente extrema de derecha o izquierda haya gobernado en el país o haya tenido una presencia política fuerte, es cierto que algunos grupos de extrema derecha han surgido, pero estos no obtuvieron grandes posiciones de poder, mucho menos las agrupaciones de izquierda.

Un discurso correcto puede llegar al corazón de los ciudadanos, personas como Cuevas o Verastegui ya cuentan con algunos partidarios, solo necesitan lograr un mensaje adecuado y comenzarán a tomar mayor relevancia. En redes sociales se ven comentarios de apoyo a las acciones que se han llevado en El Salvador contra la inseguridad, ¿cuánto tiempo puede faltar para que algún político proponga replicar un modelo que atente contra los derechos humanos y que la gente se lo aplauda? De por sí en México estos no se respetan mucho.

Vivimos en un estado de fragilidad democrática, Sandra Cuevas y Eduardo Verastegui pueden ser material para burlas y memes en las redes sociales, pero esto puede cambiar de un momento a otro, sino vean al actual gobernadore de Nuevo León y a la próxima presidenta municipal de Monterrey, de memes pasaron a ostentar un gran poder político. A veces las bromas terminan por no ser tan graciosas.

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