Un nacimiento se considera prematuro, cuando ocurre antes de las 37 semanas de gestación.
• El objetivo de la conmemoración es reflexionar en la corresponsabilidad de la planeación del embarazo y un control prenatal regular.
Mantener un control prenatal regular, cuidar la alimentación y salud de la futura mamá, así como seguir las indicaciones médicas, son algunas de las recomendaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima, para que un bebé llegue a término y nazca sano.
La doctora Carmina Sarisol García Pérez, especialista en Neonatología adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, comentó que los bebés prematuros enfrentan muchos retos desde el día cero y requieren cuidados especiales para su atención en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales.
Añadió que los pequeños necesitan atención de un equipo interdisciplinario entrenado para brindar los cuidados necesarios, por el alto riesgo de complicaciones asociadas a la prematurez como síndrome de dificultad respiratoria, sepsis bacteriana, retinopatía del prematuro, hipoacusia, displasia broncopulmonar, que representan riesgo de muerte o discapacidad, externó.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Niño Prematuro, este 17 de noviembre, la especialista destacó que existen varios factores de riesgo para que se presente el nacimiento prematuro, como son: diabetes e hipertensión materna, infecciones, embarazos múltiples, problemas en el útero o la placenta, por mencionar algunos.
Por ello, reiteró la importancia de reflexionar sobre la corresponsabilidad entre la planeación de un embarazo en las mejores condiciones con un control prenatal regular, esto es, un trabajo conjunto como sociedad e Instituto brindando atención oportuna, de calidad, con calidez, eficacia y eficiencia.
El embarazo, dijo, debe ser una etapa donde la mujer esté en la mejor condición de salud, nutrición adecuada, ausencia de adicciones a cualquier tipo de drogas, hábitos higiénicos ponderados, tomar ácido fólico e identificar situaciones de riesgo con su médico responsable.
La especialista en Neonatología explicó que el nacimiento se considera prematuro cuando ocurre antes de las 37 semanas de gestación; aunque también puede darse antes de las 28 semanas (prematuros extremos); entre las 28 y 31 semanas (muy prematuro), prematuro moderado entre 32 y 33 semanas; y lo que se denomina prematuro tardío, a partir de las 34 hasta las 36.6 semanas.
Indicó que entre más prematuro sea el bebé, mayor es el riesgo que enfrenta, pues nace con una inmadurez orgánica generalizada, lo que quiere decir que su corazón, cerebro, ojos, oídos, pulmón, riñón, intestino tienen que llevar un proceso de adaptación a la vida extrauterina y que sus órganos tengan la madurez para esta transición.
Detalló que muchos de ellos tienen además procesos infecciosos, estos factores hacen que el recién nacido permanezca en una incubadora con diferentes soportes que le permitan salir adelante y estabilizar sus funciones orgánicas, por lo que pueden permanecer en el hospital, días, semanas o meses dependiendo cada caso.
La doctora Carmina Sarisol García Pérez, destacó que en el Seguro Social una vez que el bebé nace, pone al alcance de los padres programas para fortalecer el vínculo materno, además del fomento a la lactancia materna.
Por último, reiteró la importancia de que las futuras madres lleven puntual control de su embarazo y en coordinación con su médico familiar y un especialista en ginecología se valoren riesgos de manera oportuna, incluso, es recomendable buscar asesoría mientras se planifica un bebé.