*“Estamos preocupados por la salud de nuestra comunidad universitaria y tratamos de traerles un programa atractivo para que abone a este tema tan importante y unirnos a la campaña nacional que realiza el IMSS”: Blanca Liliana Díaz
Con la conferencia “Alimentación saludable y sostenible para la prevención del cáncer de mama”, impartida Walter Serrano Moreno, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima, iniciaron las actividades de la semana universitaria de “La lucha contra el cáncer de mama: más allá del listón rosa”, organizada por el Voluntariado de la institución.
En la inauguración de esta semana, Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del Voluntariado, dijo que año con año la Universidad de Colima, a través de esta oficina, prepara un programa especial para sensibilizar sobre la prevención temprana del cáncer de mama; “estamos preocupados por la salud de nuestra comunidad universitaria y tratamos de traerles un programa atractivo para que abone a este tema tan importante y unirnos a la campaña nacional que realiza el Instituto Mexicano del Seguro Social”.
Recordó que este tipo de cáncer es curable si se detecta a tiempo; “no seamos parte de las estadísticas; está demostrado que en América Latina el cáncer de mama es la causa número uno de muertes en mujeres, y nivel global ocupa el quinto puesto de fallecimientos en mujeres, es un tema del que debemos estar conscientes todo el año, no sólo durante este octubre, conocido como el mes rosa”.
En su conferencia, Walter Serrano señaló que el cáncer de mama es una de las enfermedades más prevalentes a nivel mundial, aunque existen factores de riesgo genéticos y hormonales; “se ha demostrado que un estilo de vida y una alimentación saludable pueden desempeñar un papel importante en la prevención. La elección de una dieta sostenible no sólo beneficia nuestra salud, sino también al medioambiente”.
El cáncer de mama, detalló, es una enfermedad maligna que se desarrolla en las células del tejido mamario cuando éstas se multiplican sin control, y es la forma más común de cáncer en mujeres a nivel mundial, aunque también puede afectar a hombres en menor medida (0.5 a 1% de los casos).
Estadísticas proporcionadas por el INEGI en 2021, indican que la tasa nacional de mortalidad por cáncer de mama fue de 18 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20 años y más. Los estados con la tasa más alta fueron: Colima (26.94), Tamaulipas (24.49), Sonora (23.59), Chihuahua (23.07) y Ciudad de México (22.73).
Uno de los factores de riesgo no modificable es la predisposición genética, añadió, debido a mutaciones hereditarias en genes específicos. Otros factores son: la edad, ya que “la mayoría de casos se diagnostican en mujeres mayores de 50 años”; el sexo, debido a la presencia de tejido mamario más desarrollado, y la exposición a hormonas como los estrógenos y la progesterona; el ciclo menstrual, ya que el inicio temprano o cese tardío del ciclo exponen a las mujeres a hormonas por más tiempo y los antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario.
En cuanto a la alimentación saludable y sostenible, explicó que se refiere a un enfoque de la dieta que busca promover tanto la salud humana como la salud del planeta; “este enfoque tiene en cuenta no sólo la nutrición adecuada para las personas, sino también la forma en que se producen, distribuyen y consumen los alimentos para minimizar su impacto ambiental”.
Walter Serrano comentó que los principios de la alimentación saludable y sostenible son diversidad y equilibrio, “debe incluir una amplia variedad de alimentos para garantizar una ingesta equilibrada de nutrientes esenciales, consumir frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables”.
Sugiere también la reducción de carnes rojas y procesadas y comprar alimentos locales y de temporada; “esto reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos y apoya a los agricultores locales; además, los alimentos de temporada suelen ser más frescos y nutritivos”.
Propone también minimizar los desperdicios de alimentos, la reducción de alimentos ultra procesados y tener una conciencia del impacto ambiental de los alimentos que se consumen para contribuir así a una alimentación más sostenible. Recomienda mantener un control adecuado de las porciones para evitar el exceso de calorías y mantener un peso corporal saludable, lo cual está vinculado a un menor riesgo de cáncer de mama.
Subrayó que el consumo de alcohol se ha asociado con un aumento del riesgo de cáncer de mama, “reducir o eliminar el consumo de alcohol es una medida importante para la prevención”, y los alimentos con alto contenido de azúcar añadido y procesados pueden contribuir al aumento de peso y a la inflamación, “lo cual está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama”.
Concluyó afirmando que la prevención del cáncer de mama es un objetivo alcanzable mediante la adopción de un estilo de vida saludable y una alimentación sostenible; “al tomar decisiones informadas sobre lo que comemos y cómo lo producimos, podemos no sólo reducir nuestro riesgo de cáncer de mama, sino también contribuir a la protección del medioambiente. Juntos, podemos tomar medidas para un futuro más saludable y sostenible”.