Cierto es lo que afirma el Delegado del Partido Movimiento Ciudadano para el estado de Colima, Benjamín Alamillo González, de que el Partido Revolucionario Institucional “le ha entregado a MORENA gubernaturas estatales a cambio de consulados y embajadas”, pero también de impunidad como en Colima donde José Ignacio Peralta se la entregó a su ex Secretaria de Desarrollo Social, Indira Vizcaíno Silva, con la ayuda de candidatos paleros como lo fue el ex propietario de la franquicia ametista en Colima, Leoncio Alfonso Morán Sánchez , primero en reconocerle a Bombón la victoria sin hacer gestos.
Hay que recordarle al delegado del esquirol MC en el estado, Benjamín Alamillo González, quien lleva ya cinco meses como tal disfrutando su estancia en la ciudad de Colima divirtiéndose como pelón de hospicio sin aplicarse al trabajo partidista como debiera, que el cuatro veces candidato a la gubernatura del estado, Leoncio Alfonso Morán Sánchez, para librar la acción de la justicia, se le entregó con sus dos diputados locales plurinominales a la peor gobernadora del país, Indira Vizcaíno Silva, dizque en aras de asegurar la gobernabilidad del estado, cuando más que sabido es que a él eso nunca le ha importado ni un cacahuate sino salvar el pellejo y sus ahorros mal habidos. Si esto no es ser esquirol entonces cómo llamarle.
Tan esquirol es MC en Colima que de plano su diputada local plurinominal, Glenda Yazmín Ochoa, se abrió de capa para entregársele en cuerpo y alma a la gobernadora Bombón sumándose a la bancada 4trera en la LX Legislatura Estatal. Con chaleco y morral morados, más su buena dotación de ejemplares del periódico amloista Regeneración, “medio de comunicación libre e independiente”, la esquirol Ochoa, como toda conversa, ya es más amloista que el más pintado de la tribu.
Al mal pastor Alamillo González se le fue su oveja Glenda Yazmín al rebaño guinda sin que él se viera afectado por esta pérdida, claro indicador de que el cambiazo formal de camiseta fue concertado y tuvo la bendición de los jefes del esquirol comisario político del Partido Movimiento Ciudadano en el estado. “Con el PRI y con Morena, ni a la esquina”, jura y perjura el multicitado sujeto en vano intento de liberarse del estigma de ser colaboracionista de la peor gobernadora del país. “Con MC ni a la esquina, mucho menos a misa”, cabe revirarle.
El Benjamín se la ha pasado en la fiesta sin fin sin aplicarse al trabajo partidista como sería, por ejemplo, la creación de estructuras funcionales y territoriales de las que el esquirol MC carece, tarea para la cual dispone del medio millón de pesos que mes a mes le entrega el Instituto Electoral del Estado. Tampoco se la ocupado de dialogar con quienes, como candidatos a cargos de elección popular, hicieron su mejor esfuerzo en la contienda inmediata anterior. A ellos él no les tira ni un lazo.
Más claro que el agua son las evidencias de que el dueño de MC a nivel nacional, Dante Delegado Ranauro, no quiere en Colima una filial competitiva para las próximas elecciones, sino una que siga siendo esquirol, palera, simuladora, colaboracionista, de la gobernadora Bombón, misión para lograr la cual tiene a su pelele comisario político en el estado, Benjamín Alamillo González.

EL ACABO

*“Con el dirigente nacional de MC, el ex gobernador veracruzano Dante Delgado, uno no sabe si el tipo es hombre, mujer o quimera; o sea: unas veces está en contra de Morena y de su ‘guía moral y espiritual’, pero al rato lo vemos al lado del macuspano como un soldado más. Ese es el problema: los dirigentes de los partidos no son líderes, sino vulgares ambiciosos con hambre de poder. De hecho, más que riqueza, lo más importante para ellos es el poder, pues al final de cuentas con el poder se obtiene todo lo demás”: Bibiano Moreno Montes de Oca.

*Lo reconozcan o no, lo acepten o no, el Partido Movimiento Ciudadano ha sido, al igual que el Verde Ecologista de México y del Trabajo, comparsa del partido en el poder. Lo demás es puro rollo embaucador.