La extraordinaria cosecha de votos que el Partido Verde Ecologista de México obtuvo en las elecciones del domingo 6 de junio de 2021 en el estado de Colima, es acreditable a la competitividad de los candidatos que el todavía dueño de esa franquicia, Virgilio Mendosa Amezcua, logró embarcar, no a sus desteñidos colores y desacreditas siglas partidistas. Los números que arrojó la jornada electoral de ese día sustentan esta afirmación.
El ex candidato a la gubernatura del estado, Virgilio Mendosa Amezcua, quedó muy por debajo de sus compañeros de fórmula: Dos candidatos a diputados federales, diez a presidentes municipales y dieciséis a diputados locales de mayoría relativa. Los primeros dos recibieron de los ciudadanos 49,542 votos; el segundo grupo, 52, 400; y el tercero, 43, 822, cifras muy superiores a los 38, 897 del armeritense porteño de corazón a quien, por pérdida de fe y confianza, están abandonando quienes fueron sus invitados al baile electoral 2021, reacios ya a que los vuelva a utilizar en el de 2024.
Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido, como el tenor Pedro Vargas, se ha ido del PVEM “canturreando su poema menos triste” y llevándose en su morral los 29,937 sufragios que obtuvo como candidato a diputado por el Segundo Distrito Electoral que fue, el dos veces alcalde de Cuauhtémoc y ex diputado local de mayaría relativa, Rafael Mendosa Godínez, quien se despidió de los dueños de lo que resta del Verde Ecologista con un “veremos qué no prepara el destino en la política. Mil gracias”.
Si bien, hasta ahora, el ex priista ex alcalde de Comala, Agustín Morales Anguiano (20,005 votos conquistados como candidato del PVEM a diputado por el Primer Distrito Electoral Federal todavía no se despide formal y públicamente de Virgilio como lo ha hecho Mendosa Godínez, desde hace rato ya que anda en busca de mejores pastos en otras parcelas partidistas.
Con los 17, 218 votos que de sus paisanos recibió cuando ante ellos compareció en las urnas en la misma multicitada fecha como candidata del PVEM a presidente municipal de Manzanillo, Rosa Irene Herrera Sánchez más tardó en asumir el cargo de regidora que en dejar hablando solo a Virgilio, sentida porque éste no respaldó su candidatura como ella esperaba, por una parte; y por la otra, resentida debido a que, encima de eso, pretendió imponerle a sus dos o tres asistentes con cargo a la nómina del Cabildo.
Otro que se le perdió a Virgilio fue su ex candidato a presidente municipal de Colima, José Manuel Romero Coello (10, 576 votos), en tanto que la dama que contendió por la alcaldía de Villa de Álvarez, Karina Marisol Heredia Guzmán, desde hace rato “trae ya su maletita” para engancharse en otro vagón el próximo tren con parada en las urnas el domingo 2 de junio de 2024.
Como ya sus “amigos” se le fueron casi todos y los pocos que aún le quedan no tardan en pelar gallo, entre ellos el que cerrará la puerta, ex regidor capitalino por el PRI Juan Carlos Gómez Díaz. Con su globo verde desinflado, Virgilio Mendosa Amezcua anda de nuevo tendiendo sus verdes redes para la pesca y repesca de incautos que le ayuden a conservar para el próximo trienio 2024/2027 los más de tres millones anuales de prerrogativas por parte del Instituto Electoral del Estado, dinero del que ha venido disponiendo a placer.
Quienes a estas alturas todavía confíen en el engatusador político profesional que es el amerítense porteño de corazón, luego que no se llamen a engañados, incluidos ciudadanos sin partido, militantes y dirigentes partidistas. Advertidos están. ¡De nada¡
EL ACABO
*Un buen negocio en estos tiempos preelectorales es comprar aliados políticos a su valor real y venderlos al precio que aseguran merecer. Las ganancias de estas operaciones serían enormes.
*Hay partidos políticos en Colima tan desesperados por incrementar sus militancias, que poco les falta para colocar a la entrada de sus domicilios el conocido anuncio “Se recibe cascajo”.