HIZO BIEN el gobierno de Indira Vizcaíno Silva en correr a uno de sus “asesores”, el morenista Rafael Briceño Alcaraz (reconocido por su violencia e intolerancia), por agredir verbalmente e intimidar al director del Diario. Y no porque los periodistas seamos intocables, sino porque hay políticos, funcionarios y asesores que, por un lado, no entienden o no quieren entender la labor de un periodista (llámese reportero, fotógrafo, columnista, articulista o editor) y, por otro, desconocen que la gran ventaja de un periodista es que están en una trinchera desde donde pueden informar responsablemente lo que tenga en sus manos o lanzar sus críticas o cuestionamientos a la mujer o al hombre público que esté haciendo chingaderas. Y lo digo porque Rafael Briceño no puede ser la única o el único político, funcionario, representante o asesor intolerante que hay (desconocemos si hay más violentos) en el estado, por lo que la autoridad correspondiente (incluyendo la Comisión Estatal de Derechos Humanos, como en este caso lo hizo) tendrá que estar atenta para que no se vuelva a registrar otra agresión no sólo contra periodistas, sino también contra cualquier ciudadana (o) o la población en general, por parte de estos actores públicos. Están para servir, no para agredir o golpear. Se supone.
EN LO que bien pudiese ser una segunda parte del reporte que dio el dirigente estatal de la Coparmex sobre el documento Data Coparmex, este mismo organismo dio a conocer otra realidad que se pretende minimizar u ocultar. Y es que este mismo estudio refiere que en el año de medición, 2022, casi la mitad de los empresarios colimenses organizados fue víctima de delitos como el robo y la extorsión. Y dio otro dato: apenas el 12.5 por ciento de los empresarios colimenses adheridos a la Coparmex consideran que el gobierno estatal ha cumplido con sus principales funciones en temas como seguridad, infraestructura y servicios. O sea, casi 9 de cada 10 empresarios opinan que la actual administración de la 4t está fallando en estos temas. Y esto va contra la economía estatal porque no hay confianza del sector privado o no tiene en dónde invertir su capital que genera empleos.
OJALÁ SEA un chiste de mal gusto lo que anunció el director general del IMSS en el sentido de que el Gobierno de México pretende contratar a 27 mil 398 galenos que ya se encuentren retirados y que sean expertos en diversas áreas de la salud. Y para que se animen, Zoé Robledo detalló que estos médicos que laboren en zonas rurales tendrán un sueldo de 30 % mayor, los especialistas tendrán además un pago de 45 días de sueldo durante la segunda quincena de julio y un aguinaldo de 40 días durante la primera quincena de diciembre, así como seguridad social para ellos y sus familiares y prima salarial por alto costo de vida o zona aislada, dependiendo de la zona donde trabajen. Suena bien para no pocos galenos que sí se animarían a regresar. Sin embargo, para los derechohabientes no, porque si actualmente hay personal que no da buen trato al paciente y familiares, ya nos imaginamos dando el servicio con varios médicos ya grandes, cansados o malhumorados, sin dejar de reconocer que hay veteranos que sí hacen bien las cosas, con humanismo y profesionalismo, aunque son la minoría.
COINCIDIMOS CON el presidente López Obrador al retomar sus críticas en contra de autoridades y legisladores de Estados Unidos por no poner un alto a la venta de armas ni atender a los jóvenes que caen en el consumo de fentanilo en el vecino país del norte. Y es que el presidente agregó que a las autoridades estadunidenses sólo les preocupa el dinero y no les interesa fortalecer valores morales, culturales o espirituales. “No les preocupa el bienestar, sólo el dinero, ni fortalecen valores morales, culturales y espirituales; tampoco limitan el consumo de drogas; por el contrario, lo fomentan hasta en el deporte (…)”, agregó el mandatario. Lo que no dijo López Obrador es que en este gran negocio de las armas puede haber también autoridades mexicanas que se hacen de la vista gorda en el tráfico de armas que se da en la frontera a cambio de favores y dinero.
LA NUEVA presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, ha sido criticada por su cercanía al gobierno de López Obrador, ya que tiene al menos ocho familiares con cargos a nivel federal y estatal en Sonora. Y para esto hay que ver los mensajes o señales entre líneas que se lanzan públicamente y que ponen en duda con razón la imparcialidad con la que tendría que actuar esta consejera del INE. La primera señal en este sentido fue que el presidente celebró y externó su “beneplácito” por este nombramiento, y aseguró que no tiene algún vínculo con la nueva titular del INE, aunque aceptó que conoce a su familia y la trayectoria de la misma. Me parece que no se necesita investigar si la nueva presidenta del INE es o no afín a Morena; nomás hay que ver también que, al tomar protesta como tal, lo hizo con el brazo izquierdo. Y no es zurda. Además, Guadalupe Taddei, quien por cierto no tiene cédula profesional, es fundadora de Morena en Sonora y tiene 9 parientes en la nómina del gobierno morenista de Alfonso Durazo. O sea…
POR CIERTO, el presidente López Obrador, en lugar de reunirse con los familiares de los migrantes fallecidos en un centro de retención de Ciudad Juárez para externarles su solidaridad y apoyo, fue a visitar a los hospitalizados por esta tragedia para tomarse la foto oficial y difundirla. Desde luego, tal actitud salinista de que ni los veo ni los oigo causó la protesta de familiares de los migrantes fallecidos, los cuales demandaron ser escuchados por el presidente para demandar justicia. No los escuchó, y la pueril respuesta que dio a preguntas de reporteros que le hicieron en este sentido fue que eran enviados por la gobernadora panista de Chihuahua. Hay que recordar que, al iniciar su gobierno, López Obrador invitó a los migrantes que vinieran a México, que aquí les daría empleo y que estarían bien. Sin embargo, los migrantes han venido y no sólo han sido ignorados por el presidente, sino que los ha perseguido y los ha encarcelado prácticamente, como se pudo apreciar en ese centro de retención de la frontera.
ES CLARO que en esta tragedia de migrantes hay indolencia y negligencia y que los verdaderos responsables son los secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, pero no se les toca porque son dos de las cuatro corcholatas que han sido destapados para la candidatura de Morena a la Presidencia de la República. Incluso, llama la atención que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la corcholata preferida, no ha dicho absolutamente nada sobre esta tragedia, cuando normalmente opina sobre casi todos los temas.