No son pocos años los que lleva ya la Universidad de Colima trabajando arduamente en el tema de la violencia de género, que en alguna ocasión causó estragos en la estabilidad universitaria en virtud de las protests que se originaron a este respecto.

Hubo una, por ejemplo, en el Instituto Universitario de Bellas Artes, que fue demasiado y lo suficientemente estruendosa como para llamar la atención de las autoridades universitarias y obligarlas a creas protocolos rígidos con el fin de empezar a erradicar la violencia de género al interior de la casa universiatira, en estos protocolos estuvieron involucrados tanto psicólogos, abogados y expertos en el área.  

A partir de ese momento, la institución educativa inició con una avanzada mediante la cual empezó a despedir a aquellos maestros que estaban cometiendo este tipo de faltas.

La Universidad de Colima optó por publicar comunicados en sus redes sociales en donde advertía de estos despidos e invitaba a las víctimas de este acoso a que denunciaran para con ello iniciar la erradicación de completa de esta falta. Aquí les los emails en los cuales pueden presentar su queja:  https://quejaviolenciagenero.ucol.mx/ y https//bit.ly/3sZnJFf. Es importante decir que hace apenas unos días, en otro comunicado más, la Universidad de Colima reportó haber despedido a un profesor, exponiendo que se trataba de un profesor universitario del nivel medio superior, por horas, del nivel medio superior, advirtiendo además que daría parte a la Fiscalía General del Estado de Colima para que ésta analizara si en esa conducta había hechos constitutivos de delito.

Con este comunicado, la Universidad de Colima confirma que, efectivamente, no está andándose por las ramas en relación con el tema de la violencia de género en la comunidad, y que su lema de cero tolerancia es un imperativo.

Poco a poco, mientras no se haga caso omiso a la violencia de género, minimizándola o incluso invisibilizándola, entonces tendremos la confianza de poder aspirar en un futuro no muy lejano a tener cero casos en este rubro, pues cada vez que la autoridad ejerce su poder de sanción, entonces lo que pasa no es sólo que desaparecern aquellos que cometieron esas faltas, sino también que la propia autoridad universitaria se legitima.

Una cultura libre de violencia de género crea mejores condiciones para el desarrollo personal de los trabajadores (en este caso universitarios) y los estudiantes, de manera que es importante, incluso, que se haga una mini (aunque sea) campaña a fin de que todos los universitarios que se hayan visto involucrados en una problemática como ésta, se sientan con la confianza de denunciarla ya que es la única manera de erradicarlo completamente de nuestro recinto educativo.