Voy a dejar en claro que desprecio tanto el intento de reforma electoral como el llamado «Plan B», ninguna de estas opciones resuelve las problemáticas de fondo que tiene nuestro sistema electoral, si bien contenían puntos que valían la pena considerar, en general ambos tenían por objetivo principal debilitar la autonomía y profesionalización de los institutos electorales, de hecho la concepción de estas iniciativas fue muy distinta a las grandes reformas electorales que se han venido dando desde los setenta, en lugar de consensar desde un inicio con las fuerzas políticas que conforman a la decadente oposición, se decidió tratar de imponer de forma unilateral dichos cambios, al ver que no funcionó, el actual oficialismo utilizó su mayoría simple para llevar a cabo un plan menos ambicioso que no cambió la constitución pero sí varias leyes secundarias.

El domingo 26 de febrero del presente año se realizó a lo largo del país una marcha en defensa del INE y la democracia, esta fue una movilización masiva que dejó en claro la disposición ciudadana por defender los avances que se han venido ganando lenta pero pacíficamente en el terreno democrático. Confieso que cuando se dio la primera marcha en defensa del organismo electoral el 13 de noviembre de 2022 tuve bastante interés por asistir, sin embargo por asuntos familiares no lo hice, ahora me alegro de no haber ido, si bien tengo entendido gente que no se encuentra relacionada con partidos políticos predominó en esa manifestación y ejerció su derecho de protesta en preocupación por los cambios que amenazan la vida política nacional, también hubo políticos impresentables que encabezaban esos tumultos de gente.

Este año decidí tajantemente no asistir a la protesta, aunque sé que ambos ejercicios fueron principalmente ciudadanos ya que la rancia oposición no tiene la capacidad de movilizar tanta gente, considero que actores que han formado parte de lo peor del sistema político no deberían de manchar este tipo de luchas en defensa de la fortaleza de nuestro aparato electoral, al igual que el año pasado, en este hubo individuos que han dañado severamente la vida democrática de los partidos políticos a los que pertenecen mediante la promoción del nepotismo, el autoritarismo, el narcotráfico y la corrupción.

Vivimos en una escala de grises, pero si se busca lograr una transformación profunda en la vida política, esta no se puede fundamentar en quienes han practicado desde el gobierno los mismos actos por los cuales hoy se quejan.

La marcha de este domingo estuvo también acompañada del reciente veredicto mediante el cual un tribunal estadounidense encontró culpable de diversos cargos relacionados al narcotráfico al ex secretario de seguridad pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, dicha sentencia, la cual probablemente nunca se hubiera realizado en México, fue utilizada por el oficialismo para denostar la protesta acusándola de defender a un narco-gobierno, sí hubo personajes cercanos al gobierno de Calderón relacionados con este movimiento, pero recordemos que también hay excolaboradores de García Luna trabajando en la actual administración.

La lucha por un sistema democrático fuerte debe continuar, en especial en un ambiente global donde se ha venido debilitando dicha forma gubernamental, pero esta es una pelea que deben encabezar los ciudadanos y no los políticos que se han aprovechado del sistema existente o que buscan imponer su visión limitada de la democracia, la gran lucha del pueblo, sin importar su carga ideológica, debe de realizarse con un fin democrático o terminará por perderse en una asfixiante demagogia, oligarquía o dictadura.

Aplaudo a los ciudadanos que salieron este domingo a las calles en lo que fue un ejercicio de participación más que de movilización, ellos fueron autónomos en su decisión de exigir la inconstitucionalidad de lo recién aprobado y por ello se merecen todas las felicitaciones posibles en un país donde nos abruma la apatía e impera la falta de interés.

Por otro lado repruebo a quienes se cuelgan de las causas justas buscando el beneficio propio, sobre todo cuando habiendo ostentado el poder fueron estrellas de la tiranía.

Todas las reacciones:11