Con su investidura de tremendo juez de la tremenda corte cuatrera, Andrés Manuel López Obrador ha sentenciado inapelable que ni el plagio de tesis ni la usurpación de profesión que le imputan a su ministra Yasmín Esquivel Mossa, son delitos sino pecadillos veniales de juventud, jugarretas de niños, pues, “como diría Jesús, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Es un error, una anomalía que no es tan grave. Todos esos que están pidiendo que se castigue a la ministra han cometido delitos mayores”. ¡No pos’ sí¡

En esta misma línea discursiva justificadora 4trera, quien asesoró a Esquivel Mossa en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México, profesora Martha Rodríguez Ortiz, con al menos seis tesis plagiadas en su haber, salió a defender a su pupila con los muy gastados argumentos de siempre: misoginia y motivaciones políticas para perjudicar la carrera pública de una santa mujer amloísta.

Tardó una semana la ministra Esquivel Mossa en negar “terminante y categóricamente” la autoría del plagio que se le imputa, echando mano del débil argumento de que dizque empezó a redactar y revisar su trabajo de titulación desde 1985, mismo que tardó dos años en presentar, lapso a mediados del cual el estudiante Édgar Ulises Báez Gutiérrez, según ella, se le adelantó sometiendo a examen la misma tesis de la discordia.

Pasando por alto la sentencia absolutoria del delito de plagio de tesis y usurpación de profesión dictada desde el púlpito mañanero, en el sentido de que tan sólo “Es un error, una anomalía que no es tan grave”, la contradictoria ministra Esquivel Mossa ha denunciado penalmente a Báez Gutiérrez ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México en claro intento de asumirse víctima y no delincuente.

Para el académico Guillermo Sheridan, LatinUs, el plagio es tan burdo que ambas tesis comparten índice, introducción, capítulos y los mismos errores gramaticales. “Lo único que falta por plagiar son los agradecimientos”, dispara lapidario. Pero el colmo de todo el enredo plagiario es que hay una tercera tesis exactamente igual a las dos anteriores que fue presentada en el año 1993 por Juan Carlos Blanco Silva, quien, según reporta Sheridan, era, al menos hasta 2018, agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos de la PGJDF.

La UNAM ha anunciado que va a iniciar “un análisis pormenorizado del contenido y las circunstancias del caso” cuyos resultados pueden derivar en la revocación del título trampeado de abogada de la ministra de marras, la consecuente pérdida de la cédula profesional y el cese de su jugoso puesto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Porque es vital lavarle su manchada cara a la Facultad de Estudios Superiores Aragón, las máximas autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México pueden aplicarle a la ministra Yasmín Esquivel Mossa todo el peso de su legislación interna, así el predicador de las prohibiciones a mentir, robar y traicionar, pregone que el delito que a ella se le imputa no pasa de ser juvenil travesura, una chiquillada.

“La UNAM es una de las instituciones más amadas y reconocidas por el pueblo mexicano, a la cual se le guarda veneración y gratitud: el desprestigio que podría sufrir nuestra universidad, por el capricho de una persona, no será fácilmente perdonado por una ciudadanía que ha creído en la honestidad de este gobierno y que, en su momento, ha tenido que cumplir con los requisitos establecidos para el ejercicio legal de su profesión. Víctor Beltri, EXCELSIOR 26/XII/2022.

EL ACABO

*Felices como lombrices, sin pudor alguno , funcionarias y funcionarios de la administración 4trera del estado se han hecho de títulos de licenciatura, maestría y doctorado, vía “fast track”, emitidos por “universidades” de cochera, patito, que con ellas y ellos han hecho su agosto. El colmo es que hasta con mucho orgullo presumen en las redes sociales esos, para ellas y ellos, valiosos documentos que han desplazado del mercado a los que desde siempre han expedido los evangelistas de la Plaza Santo Domingo en la ciudad de México.

*¡Y esperen a que las universidades del bienestar empiecen a emitir títulos¡