La misma empresa encuestadora Consulta Mitoufsky que reporta para el mes de octubre de 2022 una aprobación del despeñó del presidente de la República del 79.6% en el estado de Quintana Roo, la más alta en todo el país, presenta a Colima en el último lugar con 46.1%, siendo la calificación presidencial  promedio nacional 59.7%, nunca jamás 70% como gritan a los cuatro vientos los nada gratuitos porristas colimotes del Tabasqueño que el próximo día 27 del mes en curso movilizará a sus huestes desde todos los rincones del país hacia el Zócalo de la ciudad de México, para alimentarse el ego que le lastimaron los defensores de la autonomía del Instituto Nacional Electoral con su marcha y concentración ante el Monumento de la Revolución en la ciudad e México , el domingo 13 anterior.

El Presidente de la República está más que reprobado en Colima, igual que la gobernadora que tiene ya a tiro de piedra al último lugar de las lista de los 32 mandatarios estatales, pero ella con casi diez puntos porcentuales por debajo de él, 46.1 % contra  36.5%. En la danza de las cifras mencionadas no hay truco, son tan válidas las altas como las por debajo del 50%.

“Yo estoy absolutamente seguro que esa marcha concentrará a millones y que no habrá registro en el pasado en el mundo, no habrá constancia de una marcha mayor que esta que se realizará en esa fecha. Es clarísimo el respaldo que se tiene por cuenta del pueblo de México, que está por encima del 70 por ciento”, sentencia inapelable el megalómano gobernador padre,  con su corazón henchido por el orgullo de que será testigo actuante “de la marcha más grande de la historia, de todo el mundo, y yo creo que tendrán que pasar muchísimos años hacia enfrente para que pudiera haber una marcha tan grande, como seguramente se realizará el domingo de 27 de noviembre, y donde todos los mexicanos tenemos la oportunidad y el interés y el gusto por estar en esa marcha”.

No hay necesidad de que el gobernador padre se quiebre la cabeza “para empezar a buscar cómo hacerle para  poder participar todos los que queramos hacerlo y ser testigos de la historia de esta gigantesca nación”, él mejor que nadie sabe que para complacer a su venerado mesías  le fluirá desde la ciudad de México todo el “cash” que necesite para los gastos de traslado y estancia de los cientos de amlovers que logre convencer de realizar el viaje patriótico.

Guardadas las proporciones del caso, el gobernador padre debiera avocarse a organizarle a su adorada hija una marcha estatal por las céntricas calles de la ciudad de Colima y concentración multitudinaria en el Jardín de La Libertad, pues es ella la que necesita el respaldo de sus simpatizantes y no el tabasqueño. El pretexto para la movilización de los beneficiarios en el estado de los programas sociales,  y de los funcionarios y empleados de confianza de los gobiernos locales morenistas, podría ser el arranque del segundo año de la administración estatal. 

Indira inició cuesta abajo su rodada desde el 44.1% de aprobación que registró en el mes de noviembre de 2021, mismo periodo en el que Andrés Manuel tuvo el 55.3%. El Peje subió hasta el 64.4% durante abril de 2022 para desde allí ir cayendo consistentemente mes a mes hasta el 46.1% de octubre de 2022 cuando su protegida conquistó el penúltimo lugar de los 32 gobernadores con un 36.5%.

¿El Presidente de la República es el causante de la pésima calificación de la gobernadora, o ella de que  los colimenses también lo tengan reprobado a él? Es pregunta, no se enojen.

EL ACABO

*La frase hecha, “Si a la gobernadora le va bien, a Colima le va bien”, carece de sustento. A la mayoría de quienes han gobernado el estado y a sus grupos de interés siempre les ha ido bien en la misma medida que el pueblo bueno y aguantador, cada sexenio camina de mal a peor. En otras palabras, a los políticos en posiciones de poder siempre ven incrementados exponencialmente sus patrimonios, no así a los paganos gobernados que no logran encontrar la puerta de salida.

*Lo anterior no quiere decir que a la Señora Gobernadora se le desee otro año de abundancia de problemas, escasez de recursos y ausencia de resultados, sino todo lo contrario. Ojalá que tanto ella como sus “colaboradores” hayan aprovechado la curva de aprendizaje que debe haber sido su primer año de gestión.

*Y otra cosa: Si no va a enjaular a quienes le dejaron quebradas las finanzas estatales y saqueadas las arcas públicas, ni a obligarlos a regresar los cientos de millones de pesos que según ella desviaron, que deje de quejarse.