“No me quieren a mí, quieren a mi padre”, ha expresado el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, por mucho el opositor a la 4t mejor posicionado en las preferencias de los electores del país, para contender por la Presidencia de la República 2024/2030, y quien a estas alturas todavía duda de lanzarse o no al ruedo político electoral para enfrentar a la virtual candidata de Andrés Manuel López Obrador, la amloista recargada Claudia Sheimbaum Pardo. Y sí, los electores que votaron por primera vez en los comicios presidenciales de 1994, ahora ya casi cincuenteros, y los de sesenta años y más, ven en Luis Donaldo hijo a Luis Donaldo Padre.
Para ellos, la altamente probable candidatura presidencial del para 2024 casi ya entrando a los cuarenta años, treinta y nueve para ser exactos, representa la posibilidad de ver concretado lo que hace tres décadas pudo haber sido y no fue, y que de cara al 2024 representa para ellos la fundada esperanza de tener en Colosio Riojas una segunda oportunidad de ver reflejados en planes y políticas de gobierno, el ideario político social y las propuestas cololistas de un México todavía sediento de justicia, salud, bienestar y seguridad.
Más que ver como pesada carga, enorme responsabilidad, el ser hijo de quien es, Luis Donaldo Colosio Riojas debe asumir el carisma personal y el ideario político de su padre como una herencia que puede y debe potenciar para erigirse en el candidato presidencial capaz de levantar el alicaído ánimo de los electores que rechazan el continuismo en el poder de la 4T, personalizado en la corcholata Sheimbaum, pero no ven todavía alternativas dignas de fiar sino puros cartuchos quemados en los cuarteles prianistas.
En lugar de ocuparse y preocuparse de que a lo mejor hay quienes no lo quieren a él sino a su padre, Colosio Murrieta debe decidirse ya a dar el gran paso como hace un año lo dio para convertirse, a sus 36 años en edad, en presidente de Chile, Gabriel Boric Font, cuya victoria electoral le dio mucho gusto al de México Andrés Manuel López Obrador, pero también le puso sus escasos pelos de punta el que la juventud que representa Luis Donaldo hijo, se imponga en 2024. Para la periodista Beatriz Pagés Rebollar, “el apellido Colosio, guste o no, forma parte de la mitología nacional. Tiene potencia.
De ahí que el nombre, incluido en una encuesta, cause tanta inquietud. Hay muertos que ganan batallas o logran triunfos que en vida no pudieron alcanzar. Nadie sabe qué puede pasar con Luis Donaldo Colosio Riojas, pero su nombre hizo recordar la ley de los antídotos. Veneno mata veneno. Un mito acaba con otro mito. El espíritu de Colosio tocó la puerta de Palacio Nacional. Y sí, les movió el piso y les alborotó el gallinero”. A Luis Donaldo Colosio le está llegando el momento de las grandes definiciones. En las mismas encuestas que tienen ubicados en la punta a los morenistas Marcelo Ebrard Casaubón y Claudia Sheimbaum Pardo, él aparece pisándoles los talones si encabezara una gran alianza opositora a la 4T. Y eso que no se ha abierto de capa como ellos. Para no darles más ventaja, a la vuelta de año debe empezar a encontrarse con los ciudadanos de todo el país para darles a conocer de primera mano sus ideas, propuestas y proyecto de nación.
Además del voto de la añoranza que le otorgarían quienes según él no quieren al hijo sino al padre, y al Espíritu Santo, Colosio Riojas atraería el voto de la esperanza en un México mejor. Su participación como candidato presidencial, al menos, le pondría sabor a la contienda sembrándole incertidumbre al continuismo que los triunfalistas de la 4T ven inevitable.
EL ACABO
*De que Luis Donaldo Colosio Riojas será protagonista en la próxima contienda presidencial y por las curules del Congreso de la Unión, no hay duda alguna. ¿O sí?
*Eso sí, debe ponerse muy águila para que los dueños de los partidos políticos nacionales de oposición no se lo lleven al baile.
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