Durante el lamentable periodo en el que el sombrerudo Lu-pillo García Negrete se encargó de darle en la madre al iguanero municipio de Tecomán que desgobernó con mano dura, su hermano Rigoberto, que hoy cobra como diputado plurinominal en la LX Legislatura del Estado, arropado por el PES (partido por el que obtuvo el cargo), pero ahora aliado al PRI (donde forma parte de la bancada tricolor), era nada menos que el responsable del trabajo sucio de su fraterno alcalde.

En los negocios por debajo del agua, los moches, las extorsiones, las amenazas, los arreglos en lo oscurito y todo cuanta maniobra se puede llevar a cabo en una administración municipal de la talla de la tecomense (alguna vez conocido ese municipio como “la chequera del estado de Colima”, algo que difícilmente volverá a repetirse, salvo que ocurra en verdadero milagro –y en política los milagros no existen—), ahí estaba más que puesto el hoy flamante tribuno Rigoberto García Negrete, el cual, al estilo de los grupos criminales que hay en el país, era conocido por la tropa como El R-2. Uno de los tantos problemas a los que se encuentra sometido el sufrido pueblo tecomense, ahora gobernado por el impresentable cuatrotero Elías el Gusano de Queso Lozano Ochoa, es el de la terrible contaminación que sufre desde hace buen tiempo el estero que se encuentra pegado al balneario de El Real, cuyos comerciantes de los alrededores y su clientela tienen que soportar la peste que proviene de ese lugar, convertido en vertedero de aguas negras de la ciudad y que, por supuesto, no llegan procesadas debidamente por la pomposa Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Tecomán.

La mentada planta es operada por unos empresarios concesionarios que hasta cotizan en la Bolsa de Valores, razón por la cual ni la Semarnat, ni la Profepa ni la Conagua (todas ellas dependencias federales, es decir, cuatroteras) le llaman la atención por su criminal obra depredadora que afecta la salud de mucha gente de bien de Tecomán, tema que ha sido muy bien aprovechado por el Rigo para llevar agua a su molino electorero con miras a las elecciones del 2024, donde el PRI no tiene –de momento— figuras que estén en la palestra tecomense, pues los priistas sólo obtuvieron los reintegros.

Por supuesto, durante los tres años en el que Lu-pillo García fue el presidente municipal, las aguas negras ya fluían alegremente hacia el estero, cosa que a su hermano el Rigo no le quitó en ningún momento el sueño. Está claro que la empresa concesionaria tiene fuertes intereses y, por tanto, está coludida con las administraciones municipales que han pasado por el heroico pueblo de Tecomán, de manera que pasan los años y pasan los alcaldes, todos de diferentes colores e ideologías, pero nadie se preocupa por la salud pública y el cuidado de la propia naturaleza, a la que unos empresarios millonetas le están dando en la madre con su cochina –aquí hablamos en sentido literal— política de ensuciar el estero del popular balneario El Real.

Bueno, resulta que, después de pasado casi un lustro que Lu-pillo García tuvo que ahuecar el ala del Ayuntamiento de Tecomán, su hermano Rigoberto de pronto sufre un severo ataque de remordimientos reprimidos tardíos y, zas, se lanzó en contra de los empresarios concesionarios de la planta de tratamiento y del propio alcalde en funciones, denunciando lo que en el trienio de su carnal no vio; y si lo vio, simplemente cerró los ojos: la contaminación del estero solapada por las autoridades federales, estatales y municipales de Colima, lo que en principio es bueno, pero aquí tratado con fines meramente electoreros.

Es obvio que el tribuno del PES-PRI no hace esos señalamientos gratuitamente, sino que la estridencia mediática forma parte de su estrategia en busca de la presidencia municipal de Tecomán en el 2024, pues se siente con los suficientes tamaños para enfrentar al que le pongan enfrente, atenido a que, de los cinco tribunos de origen tecomense que hay en este momento en la LX Legislatura local (donde se incluyen la impresentable Viridiana Valencia Vargas –con licencia— y el abyecto Armando Reyna Magaña, ambos morenacos), ¡él es el más popular! Reza un conocido refrán: “Pue que sí, pue que no, pero dicen que un burro llegó a Marte”. Es posible que a El R-2 le ajuste para pelear por ese oscuro objeto del deseo que para él representa la presidencia municipal de Tecomán, pero no tanto como para que gane; y de ganar –que lo dudo—, jure usted que no meterá en cintura a los depredadores concesionarios millonetas de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Tecomán, sino que buscará a toda costa entenderse con ellos a las mil maravillas. ¿O no, mi Rigo?

NOTA

Esta columna no tiene nada que ver con las veladas amenazas que, al estilo de la mafia, la diputada morenaca Isamar Ramírez Rodríguez lanzó en tribuna en contra de su homólogo García Negrete. Lo aclaro para que no se vaya a creer que participo en la guerra sucia que el partido de los nuevos ricos ha emprendido en contra de varios actores del PRIAN, más que nada como una forma de desviar la atención sobre el “perdón” que Morena, Panal, PT y MC le otorgaron a la #GobernadoraAltozano, violadora serial de la ley. Lo escrito en contra del Rigo se lo ganó a pulso y por méritos propios.

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6Bibiano Moreno y 5 others2 Comments24 SharesLikeCommentShare