David Hernández Viera y Christian Vega Cruz son los dos candidatos que buscan hacerse con la dirigencia del SNTE39, que aglutina a un gran número de maestros de nuestra entidad, los cuales han padecido (sobre  todo en los últimos tres años) una serie de afrentas contra sus derechos, incluidas las faltas de pago, los retrasos  a su salario y las tribulaciones con sus servicios médicos.

Lo cierto es que bajo el liderazgo del actual líder, Heriberto Valladares, el magisterio colimense ha sido más bien vapuleado  y hasta humillado, sin que su propio líder haya hecho mucho por devolverle su dignidad.

Como se sabe,  el SNTE39 perdió todo compromiso de defender a sus maestros y ganó todo el desprestigio por defender o consentir los atropellos de la autoridad patronal estatal, cosa que ha causado serios estragos en la credibilidad de su líder actual y, en general, de lo que debería ser un liderazgo verdadero al frente de un sindicato magisterial, del cual se espera  una actitud más valerosa y menos taimada. Lo queramos o no, los maestros representan uno de los sectores más reconocidos de la intelligentsia de una sociedad y no se le puede tratar de otra manera, pues su labor es de suma trascendencia.

Dicho lo anterior, se tiene en David Hernández Viera a un candidato que, según lo visto, leído y oído, no representaría sino la continuidad del líder actual y de lo que no parece ser lo conveniente para un magisterio como el colimense, mientas que Christian Vega Cruz parece que se impone como el candidato del verdadero cambio, sobre todo porque si uno analiza su trayectoria y sus posturas a lo largo de los últimos años, no le ha faltado entereza y garra para defender las causas magisteriales, habiendo cuestionado (circulan vídeos de ello en la redes sociales) al entonces gobernador Nacho Peralta y al actual líder Heriberto Valladares, de ahí que también haya sido objeto de escarnio en más de una ocasión por parte del bloque oficialista.

Vega Cruz es un profesor que ejerce como tal en  la primaria Ignacio Manuel Altamirano por las mañanas y por las tardes es director de la López Mateos, esto es, es un maestro con arraigo que conoce perfectamente bien las fortalezas y debilidades de su gremio, punto a su favor si tomamos en cuenta que para poder transformar algo desde adentro hay que conocerlo desde adentro también.

Creo que el magisterio de la Sección 39 tiene la oportunidad de cambiar de rumbo en un momento crucial de la historia de nuestro país, en donde la educación y, por extensión, los maestros mismos, empiezan a convertirse en la única trinchera del cambio verdadero de un gremio utilizado sólo en beneficio de unos cuantos, pero este cambio sólo se podrá dar si a los maestros se les vuelve a empoderar y dar el lugar de dignidad que una vez tuvieron, con buenos salarios, con servicios de salud óptimos, con derechos bien salvaguardados, sin represiones ni opresiones, sin persecuciones, con libertad.

Quedan pocos días, pues, para que la voluntad de los que buscan una transformación trascendental cristalice para bien de todo el magisterio local y, obviamente, para la sociedad colimense misma, quien será finalmente la depositaria  de estos beneficios.