La transferencia de Alan Mozo ya es un hecho. El todavía lateral derecho de los Pumas dejará el Pedregal para emprender el reto más importante de su joven carrera, llegar al equipo más popular del país, las Chivas.


Las negociaciones entre felinos y tapatíos parecían estancarse. La UNAM no quería soltar a su joya por un intercambio como en un principio se dijo, pero sí estaría dispuesto a negociar por un traspaso que ayudara a sanar las golpeadas cuentas en Ciudad Universitaria.

El acuerdo poco a poco avanzó, Alan no vio con malos ojos el salir de la institución si fuera por una cantidad que le beneficiara y así ayudar al equipo que siempre ha amado desde que era un niño. Guadalajara arremetió con fuerza, el dinero, un jugador y la apertura de Ricardo Peláez y Amaury Vergara terminaron por llegar al precio que los felinos querían. El acuerdo fue total.

Mozo viajará a la Perla Tapatía para las revisiones médicas de rigor y antes de que acabe la semana, será oficialmente jugador del Rebaño Sagrado.

Alan llegó desde muy joven a la Cantera y se mantuvo ahí hasta lograr su máximo sueño, debutar con la casaca auriazul en el 2015. Pumas no tenía un lateral derecho confiable desde que Israel Castro surgió y su cambio a contención solamente confirmó muchos experimentos fallidos. Mozo, para la siguiente campaña, fue considerado como titular y no volvió a soltar el puesto hasta estos días.

Con verticalidad al frente y una muy mejorable faceta defensiva, Alan se consagró como uno de los más queridos por los aficionados felinos por su entrega y carácter. Ahora, ya con el inminente paso al Rebaño, su hueco en la UNAM será un nuevo reto para Andrés Lillini.

Su arribo a Verde Valle será para ser titular. Jesús Sánchez, Carlos Cisneros y hasta Isaac Brizuela han alineado sin entregar los resultados requeridos. Alan, en caso de que las lesiones se lo permitan, se adueñará de la lateral derecha rojiblanca desde su arribo.