Después de varios meses sin un director formalmente constituido acaba de ser nombrado el ex diputado local Vladimir Parra como director general de la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de los Municipios de Colima y Villa de Álvarez (Ciapacov) por 29 votos a favor contra 3 abstenciones de los integrantes del consejo administrativo de esta misma, dicho nombramiento, al igual que el del director anterior, ha dejado un raro sabor de boca para muchos ciudadanos, y llamó la atención como tuvo ese apoyo avasallador al interior de la junta presidida por la gobernadora, esto entre muchas otras cosas deja ver tres puntos notables, el primero es la capacidad de negociación del ejecutivo estatal; la segunda es la reiterada demostración de una falta de verdadera oposición que además no hizo ruido sobre el tema para que nadie lo notara; y la tercera es la conformación casi inepta del consejo del organismo.
Por qué hablo de una conformación casi inepta, la realidad es que en materia de experiencia hídrica solo existen tres organismos integrantes dentro del consejo en cuestión, estos son la Comisión Estatal del Agua, la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano y la delegación de Conagua en el Estado, dos de los cuales forman parte del gobierno del Estado, el resto de los votantes son conformados por la alcaldesa y 2 regidores de los ayuntamientos de Colima y Villa de Álvarez respectivamente, 7 representantes de distintas cámaras empresariales o colegios de profesionistas, y por último 15 diputados y la gobernadora dando un total de 32 integrantes, es decir que hay mayor número de personas dirigiendo Ciapacov que representantes populares en el congreso y aunque estos puestos no reciben remuneración económica creo que da mucho que pensar.Lo que me pareció notable cuando conocí la conformación del consejo fue la alta cantidad de diputados presentes, es verdad que en la ley de aguas estatal indica que en las juntas directivas de los organismos operadores de agua estarán los diputados de los distritos pertenecientes a los municipios de dichos organismos, dicha integración es algo que debe ser modificado a profundidad, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. los consejos directivos deben de profesionalizarse y ciudadanizarse cosa que los legisladores locales no pueden hacer a causa de su normalizada falta de especialización, la brevedad de sus periodos y sus excesivos intereses políticos y partidistas.
La réplica a este argumento puede ser que a pesar de todo los diputados representan a la población municipal y por eso deben estar en dicho órgano, la verdad es que de ese ser el caso hay que cuestionarnos la presencia de los diputados de representación proporcional que se encuentran únicamente en dicho consejo debido a que su residencia se encuentra en Colima o “La Villa”, esto se debe tachar de inaudito, los diputados plurinominales no cuentan con un distrito, cuentan con una circunscripción que abarca todo el Estado por lo tanto sus representados son los ciudadanos simpatizantes de sus partidos en los 10 municipios, bajo ese criterio también deberían formar parte de los otros 8 organismos operadores de agua que existen.
Tomando los casos del SIAPA en la zona metropolitana de Guadalajara o el del Sistema de Aguas de la Ciudad de México así como otros organismos en especial metropolitanos, observamos una organización distinta en sus consejos así como representantes de universidades o profesionales en el tema que forman parte del consejo consultivo, igualmente la ausencia de quien encabeza el poder ejecutivo como presidente de dicho órgano aunque se encuentra representado mediante otras instancias. No digo que los casos existentes sean perfectos, pero el tema del agua debe ser tomado como una cuestión seria en especial en los tiempos que vivimos de cambio climático, mientras que en la Ciudad de México el director de su organismo es un ingeniero con décadas de especialización en el tema, en Colima se fortalece a la Cipacov como un premio de consolación y una caja chica para los gobernantes, como sucede con otros organismos estatales, este debe de autonomizarse cada vez más del aguerrido control ejecutivo para tener una aperturas convertirse en un organismo de calidad.