San Nicolás de los Garza.- La Máquina ganó, llegó a nueve partidos sin perder en el Volcán, pero de nada sirvió. La posición en la tabla y sus últimos resultados en fase regular finalmente le cobraron factura. Cruz Azul una vez más no supo que hacer con un hombre de más por más de 45 minutos, y aunque estuvo cerca, Tigres se salvó con un par de postes y terminó por acceder a la semifinal. Los cementeros no lo lograron y están fuera. 0-1 final.

No podía ser de otra forma. La Máquina se atrevió como hace mucho no lo hacía y presentó un once totalmente ofensivo, con toda la carne en el asador. Tabó, Romero, Antuna y Giménez estuvieron juntos. Ese fue el guión esperado.

Cruz Azul tomó la posesión, era el obligado y con esa importancia lo tomó en una misión que parecía complicada, más no imposible. Los cementeros tuvieron muchas ganas, pero pocas ideas e imaginación para crear algo de peligro. Muchas imprecisiones hicieron que su dominio no pudiera reflejarse en el marcador. Tigres no se quedó atrás. También intentó ofender por algunos lapsos, en manera de contragolpe. Así lo decidió el Piojo, o tal vez fue la presión celeste que los obligó a replegarse a defender su mínima ventaja.

La insistencia capitalina tuvo su recompensa y fue gracias a un error de un viejo conocido para la institución. El canterano de los cementeros, Javier Aquino, se confió de más y perdió el balón. Santiago Giménez presionó y Tabó apareció en el área. El atacante, con ese olfato goleador, se adelantó a la zaga universitaria y prendió la redonda con rencor justo rumbo a la red. El portero Nahuel Guzmán no pudo hacer nada.

*Con información del Esto.


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