De acuerdo a estudios cerca del 78% los padres que tienen hijos con problema de adicciones, sus papás desconocen que se drogan, se dan cuenta, hasta que se descubre el grave problema familiar y generalmente es cuando son detenidos, encarcelados o están muertos involucrados por venta o consumo, pero el libertinaje juvenil o falta de control de los adolescentes es debido a la modernización de la sociedad, aunque opinamos que es parte de una gran irresponsabilidad de los padres y familiares sobre sus hijos que llegan a las tres o cuatro de la mañana alcoholizados siendo inclusive menores de edad, allí es donde inician con el consumo.
Colima representa para el país un foco rojo en materia de adicciones ya que del 2006 a 2022 aumentó la drogadicción en forma alarmante en un 400%, por otra parte, una reciente publicación de este estudio sobre adicciones, Colima se encuentra entre las cinco entidades con mayor consumo en marihuana, cocaína y estimulantes del tipo anfetamínico, y nadie puede negar que este incremento multiplicador de las adicciones, es el resultado de muchos factores y también errores de las instituciones de los tres niveles de gobierno que no le han dado importancia, pero el que más influye es sin duda el descuido irresponsable de los padres de familia.
Independientemente de la proliferación de bares y comercios que venden sin restricciones las 24 horas del día, pues hasta los partidos ya no se meten en contra como antes porque sería irse contra una gran población juvenil consumidora, por eso ahora hay mucho alcohol y cervezas, antes los domingos era prohibido su venta, se acabaron esas viejas prácticas, ahora hasta la nueva reforma penal les permite portar droga para su consumo personal y además nunca ha existido algún programa estatal de impacto social contra las adicciones y la prevención del delito en los tres niveles de gobierno.
Ya no funcionan las simulaciones de prevención del delito, ni las botargas para la diversión estudiantil o infantil en las escuelas, ni las pláticas oficiales de las dependencias sin material especializado en adicciones a las que van una vez cada año a los centros escolares, sin penetrarse a fondo para inclusive evitar la introducción de drogas a las escuelas, pues cientos y cientos de estudiantes de secundaria consumen, aseguran que hasta en algunas escuelas primarias ya empiezan a tener problemas, no únicamente las secundarias y bachilleratos.
Se necesita cambiar todo el esquema obsoleto de los tres niveles de gobierno y crear un Centro de Capacitación y Rehabilitación contra las Adicciones bien equipado con especialistas, lamentablemente miles de jóvenes han sido descuidados y abandonados por sus mismos familiares pero también por las instituciones de gobierno, pues muchos de los adictos fueron buenos estudiantes pero los desviaros algunos amigos por descuido familiar, también hay personas que fueron buenos obreros, pero por su actual adicción abandonan su trabajo y familias dedicándose a primero a robar cobre o artículos para comprar alcohol o droga, primeramente cometen faltas administrativas, después otros delitos mayores, muchos de ellos pierden así la escuela o el trabajo.
Por lo anterior urge un nuevo enfoque de prevención por parte del gobierno estatal creando primero un Centro Estatal de Capacitación y Rehabilitación para atender este gran problema social en la entidad, el número de adictos aumenta cada día debido a la falta de interés real de las mismas familias para detectar a tiempo si su hijo o hija trae este problema, pero lo que si es muy lamentable es que el sector educativo poco ha hecho para evitar esta problemática, pues a los maestros y directores nunca nos capacitaron para detectar a los alumnos que inician a consumir drogas, las pláticas que hacen las autoridades de seguridad en las escuelas son de inexpertos y lo mismo ocurre con los padres de familia nadie capacita ni los famosos DIF, pues ahora los padres de familia no saben ni donde localizar urgentemente a sus hijos por las noches, pareciera que antes el chicote o la chancla funcionaban mejor.
La Universidad de Colima y demás universidades privadas, la Secretaría de Educación y las escuelas públicas y privadas tienen también la más alta responsabilidad para atender esta grave problemática, porque ya no cabe la simulación, porque fue creado un Departamento en la Secretaría de Educación para la prevención de las adicciones y delitos escolares, pero ha estado abandonado desde hace muchos años, no tienen material especializado, ni equipo para capacitar en las escuelas ni personal suficiente mandaron sin armas a la guerra a Martín Velasco y a Gustavo López Solórzano pero ojala que ahora con el cambio -que dicen que ya llegó- no les vaya peor, y cuando menos que les reparen el único carrito que tienen para todo el estado, es un Tsuru viejito, mientras que los funcionarios de departamentos menos relevantes traen camionetas de lujo, urge apoyar a ese departamento importantísimo ante el escenario que vive Colima de alta criminalidad, pues allí está el pilar para la prevención del delito escolar y detección oportuna de los alumnos que empiecen a consumir drogas.