El sorpresivo, irritante social y muy lamentable asesinato de la distinguida maestra Paola Ruiz Ramírez, quien impartía clases en el Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima ‘Profr. Gregorio Torres Quintero’ ha dejado consternada a la sociedad colimense, la maestra murió conjuntamente con otras dos personas en los hechos, un maestro de educación física y otro joven, pero además durante las mismas 48 horas murió también asesinada una niña de 13 años, lo que significa que la ola de violencia sí está dejando víctimas fatales que son inocentes.
Enrique Puga consejero estatal de la Comisión de Derechos Humanos en Colima ya había advertido que sí hay víctimas colaterales con menores de edad, adolescentes y mujeres, que estaban siendo heridos fatales ante la reciente ola de violencia que la autoridad local y federal no pueden parar quedando a deber a la población en materia de seguridad.
Si recordamos el recién nombrado vocero de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad de Colima, Gustavo Adrián Joya Cervera, aseguró que hasta el momento la violencia desatada desde el pasado 25 de enero en la zona conurbada de la capital del estado, no ha dejado ninguna víctima colateral, -lo cual fue un absurdo- con los recientes hechos ya que así generalizaba un supuesto involucramiento en ilícitos a los cientos de fallecidos, quizás para bajar la irritación social porque incluso afirmó que la mayoría tienen relación directa con ladelincuencia.
El desorden de la violencia en Colima aniquila a inocentes no únicamente en jovencitas o adolescentes, también a mujeres y a hombres profesionistas, inclusive a los adultos mayores, rompe a familias para toda la vida como es el caso de Paola Ruíz Ramírez que hoy comentamos aquí.
A Paola Ruiz quien tuve el gusto de conocerla personalmente siempre fue alegre y amable, hija del amigo comunicador y periodista por muchos años Jorge Alberto Ruiz Chávez, quien lamentablemente falleció hace poco ante una terrible enfermedad, la madre de Paola, María de Jesús Ramírez, mejor conocida como “Chuyita” fue nuestra compañera de trabajo en el Cbtis 19, son una familia muy reconocida y de bien, aprovecho para externarles mis sinceras condolencias a la madre y a sus dos hijas así como a su hijo Beto que por cierto fue un alumno siempre de diez en dicha escuela, y me imagino la desgarradora noticia que recibieron el pasado Jueves Santo, la delincuencia no tuvo descanso ni temor a Dios. Un final demasiado repentino que contradice todo lo que es natural en la vida ¡No tendría por qué haberse ido para siempre así Paola! ¡Qué descanse en paz¡
LA SEGURIDAD EN COLIMA EN MANOS EXTRAÑAS
¿Cuántas muertes más de inocentes debe haber para que el nuevo gobierno estatal asuma su responsabilidad ante los colimenses? El gobierno del Estado ha dejado en manos a la seguridad pública estatal en manos del gobierno federal y cuyos mandos no son de Colima, no los conocemos y no son igualmente de sensibles sobre lo que les está ocurriendo a los ciudadanos y a las familias, y aunque haya presencia militar, naval y de la Guardia Nacional la situación es cada vez más adversa y está en pleno desorden, la seguridad pública estatal de Colima debería estar en manos de la sociedad colimense, porque sí hay colimenses con experiencia en seguridad, especializados y entrenados en la CIA, en Israel y Colombia, inclusive uno de ellos está en seguridad en Dubai porque en Colima prefieren traer gente de afuera, desde que fue creada la Secretaría de Seguridad Pública no han designado a un solo colimense, pero si no hay sensibilidad ni autorización presidencial para hacer los cambios adecuados de los mandos más importantes sobre todo en la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado porque es la cabeza del sector, sí es necesario el cambio de su estrategia porque hasta hoy no ha funcionada nada, vamos de mal en peor.
La gobernadora Indira Vizcaíno Silva tiene la última palabra en materia de seguridad pública en la entidad para tomar las grandes decisiones en la materia, podría convocar también a los grandes y medianos empresarios para que se integren a un esfuerzo conjunto con los alcaldes, porque al final de cuentas la seguridad pública es una tarea de todos incluyendo a las propias familias.