La del desarrollo urbano en Colima, acusa la morena regidora capitalina Gisela Méndez, “colimense por amor y apasionada de transformar las ciudades”, quien tuvo la oportunidad de alegrarla (la triste realidad que ella pinta) en los seis años (2006/2012) que cobró como Directora del Instituto de Planeación del Municipio de Colima (IPCo), “ iniciativa del gobierno local para promover el desarrollo urbano sustentable a largo plazo para el territorio municipal, considerando su influencia en la región norte del estado, como cabecera económica, política y social del desarrollo de la región metropolitana, conformada por cinco municipios”.

La arquitecta Méndez pudo haberle puesto música al desarrollo urbano de Colima desde los cargos de Secretaria de Movilidad que detentó en la administración estatal para olvidar del falso priista José Ignacio Peralta, y Coordinadora de Movilidad en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Urbano y Territorial, en el gobierno “neoliberal, traidor a la patria y corrupto a más no poder”, de Enrique Peña Nieto. Como toda conversa a una nueva religión política, tras deshacerse de sus vestiduras partidistas blanquiazules y tricolores, ahora GM se rasga las guindas de MORENA  por “la triste realidad del desarrollo urbano en Colima (y seguro en México)”, incluido el estrangulamiento del extremo norte de la Calzada Galván que ella diseñó, obra injustificada en la que José Ignacio Peralta y su padilla   se embolsaron millones de pesos .  

De las tronantes declaraciones que la impetuosa regidora convertida a la nueva religión política 4tepista ha hecho recientemente sobre “incorporaciones anticipadas de fraccionamientos aislados o desconectados de la mancha urbana, cambios en la zonificación de un pedazo aquí o de otro pedazo allá; cambios en los plazos autorizados de urbanización que van del largo al corto plazo sin una razón justificada, y cambios en el Programa de Desarrollo Urbano que paga un privado para que el instrumento rector cambie de acuerdo a sus necesidades”, se colige que el IPCo de sus amores ha incumplido las funciones de “establecer planes y programas de planeación a largo plazo, establecer y aplicar las normas básicas de planeación, conservación, mejoramiento y crecimiento urbano para lograr el ordenamiento territorial del municipio y definir y proporcionar los criterios técnicos para orientar y controlar el crecimiento urbano hacia zonas aptas para el desarrollo”.

Cierto es, como sentencia Gisela Méndez, que “el país y nuestras ciudades no necesitan que exijamos más instrumentos de planeación, sí necesita que exijamos que la rectoría del desarrollo urbano se piense con el beneficio colectivo y social, y no sólo como un trámite que permitirá que un privado haga de la ciudad lo que le venga en gana”, exactamente lo que han hecho  terratenientes, desarrolladores y vivienderos, coludidos con los gobernantes en turno, extendiendo a placer las manchas urbanas de las ciudades del estado, sin que ella, ni como Directora del IPCo ni desde su cargo de Secretaria de Movilidad en el gobierno para olvidar de José Ignacio y funcionaria de la SEDATU con Rosario Robles Berlanga  , denunciara tales excesos y abusos. Jamás puso el grito en el cielo como ahora lo hace enfundada en la camisa guinda de Morena.      

“Urbanistas y apasionados de la ciudad (¡Uníos¡) , saquemos a los instrumentos de planeación del banquillo de los acusados por las desigualdades urbanas, y comencemos a llamar a mejores cuentas a quienes son responsables de las Comisiones en Cabildo y a quienes votan sin comprender las implicaciones de lo que se autoriza”, convoca Doña Gisela a sabiendas de que lo más delgado de la hebra que liga los tres niveles de gobierno, son los municipios como el de Colima a cuyos compañeros de Cabildo implacable fustiga.

EL ACABO

*En el banquillo de los acusados por crímenes en contra del desarrollo urbano sustentable de las ciudades del estado y del país, la regidora de Morena Gisela Méndez debe sentar al Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Mayer Falcón, hijo del intelectual amloista Lorenzo Mayer Serna, pues la  Dependencia al indigno cargo del junior Mayer, creada por el nefasto ex presidente de la Republica Enrique Peña Nieto, cabeza del Sector que tendría que poner orden y concierto en la política territorial , se conduce como Dirección Nacional de Obras Públicas Municipales.

*Gisela debiera saber que el Gobierno Federal de la 4T no ha tomado como debiera las riendas del desarrollo urbano en el país porque ni idea tiene de cómo hacer política de ciudades, se la pasa construyendo obras irrelevantes, cree que haciendo manualitos y guías metodológicas para que los municipios las usen con eso basta y sobra.

*Un hecho irrefutable es que, en el tema del desarrollo urbano, la 4T tiene abandonados a su suerte a los municipios del país a quienes les carga todas las pulgas como lo hace Gisela con el de Colima, endilgándoles toda  la responsabilidad pero sin dotarlos de los recursos presupuestales  para que rijan el desarrollo de su territorio.

*A propósito da enchiladas, ¿Alguien sabe qué pasó con la Dirección de Resiliencia del Municipio de Colima?).

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