Antes que nada pido una disculpa por la irregularidad en la que he caído últimamente para la elaboración de esta columna, aun así sigo escribiendo y tratando de dar a conocer un poco sobre los aspectos de la participación en el ámbito político, debemos entender que si el sistema actual no logra una mayor apertura simplemente nunca veremos mejoría alguna en la calidad de la democracia y por ende del gobierno, recordemos que a mayor participación mayor democratización y viceversa.
¿Cuáles las razones que motivan a una persona a participar?, los tipos de votantes que reconocimos en la anterior edición nos proporcionan ciertos motivos tanto positivos como negativos por las cuales la ciudadanía vota de cierta manera, pero la participación va un poco más allá, el que alguien se inscriba a un partido político, a un sindicato o asociación civil lo impulsa a ser miembro activo en dicho ámbito, las organizaciones son medio más directo para participar política y socialmente, aunque personalmente no soy fanático de formar parte de organizaciones, concuerdo con ciertos postulados en contra de estas que se plasmarán en la siguiente entrega. Entonces se preguntarán cómo se puede participar fuera de estos aparatos, pues unirse a una huelga o manifestación es bastante aceptable, dichos movimientos sirven para demostrar el descontento compartido que se tiene respecto a un tema, tales ejemplos como la implementación de una ley o política, también en contra de una situación como la violencia o la corrupción.
En el otro lado de la moneda también se puede apoyar alguna medida o incluso formar parte de una campaña electoral para apoyar a un candidato de tu preferencia, esto sin necesariamente ser parte del partido político que lo esté postulando. Puede parecer que esto es muy complicado, incluso hasta podríamos pensar que hay una barrera para impedir al ciudadano participar, si bien esto es en parte cierto en nuestro país, cabe señalar que hay distintos grados de participación como ya lo hemos visto, el tener interés y estar informado es fundamental para formar parte de la sociedad naturalmente política en la que vivimos, la discusión política entre familiares, colegas, amigos e incluso en el ambiente religioso es de suma importancia para tener un debate público que incentive involucrarse en lo participativo.
Siguiendo en el tema de las formas de participar, autores como Milbrath, Verba y Barbagli han elaborado listas que ellos consideran como las diversas modalidades de participación, cada lista tiene un enfoque distinto lo que altera su tamaño y razón de las acciones, debido a que sería muy largo exponer todos los puntos solo mencionaré algunos como el exponerse a exhortos políticos, votar, tomar contacto con dirigentes políticos, ocupar cargos públicos, llevar un distintivo político (broches, fistoles, playeras, etc.), convencer a alguien de participar y enviar cartas o quejas a las autoridades. Todas estas modalidades caen en lo ortodoxo y legal, pero como definimos en un principio la participación se lleva a cabo mediante acciones más o menos legales, esto significa que el mundo que se abarca es gigante como para confinarlo a lo que nos diga la ley.
Gianfranco Pasquino da ejemplos de los casos tanto heterodoxos como ilegales, formando parte de los primeros la promoción del abstencionismo electoral, las huelgas violentas, el bloqueo de vialidades y plantones, así como el boicot a supermercados y corporaciones. Mientras que en la participación ilegal se encuentra la quema de boletas electorales (aquí hay que separar si esto se hace con la finalidad de protesta o de perpetrar un fraude electoral), saqueo de oficinas gubernamentales, asaltar escenarios donde se encuentren políticos y disturbios en general. Este tipo de acciones no son menos validas que las legales, si acaso muestran de forma más clara el fervor y enojo de la población ante las situaciones sociales y políticas. Aquí hago la diferencia de la participación violenta a la movilización violenta, esta ultima será incentivada mientras que la otra, como se ha comentado en muchas ocasiones, es espontanea. Es muy importante señalar que en nuestro país y en prácticamente todas estas demostraciones siempre han sido objetivos de grupos políticos para tomar ventaja de la situación, no se debe desprestigiar el movimiento por esto pero vituperablemente es algo que ocurre.
Espero la siguiente edición sea la última sobre este tema el cual claramente da para ahondar bastante, espero se queden los estimados lectores de este espacio con algo valioso y no teman participar de la forma que mejor les parezca.
Estoconazo.
El matador aguascalientense Héctor Gutiérrez se está actualmente haciendo un nombre por su cuenta en el mundo del toro, desde su alternativa a finales del año pasado en la exigente plaza de toros Nuevo Progreso ha logrado cautivar al público con su valentía y su arte con claras inspiraciones de Talavante y de Perera, faenas para el recuerdo y estocadas certeras lo han acompañado en las tres ocasiones que me ha tocado verlo en persona abriendo la puerta grande de Autlán y en dos ocasiones la de Guadalajara, lamentablemente sus toros de confirmación en la Plaza México no fueron voluntariosos para abrirle la puerta más grande del país, espero que sus triunfos recorran todas las naciones taurinas y que continúe perfeccionando su técnica y estética para sobreponerse a cualquier encaste europeo o americano.