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Tarea Política José Luis Santana Ochoa Ley Estatal de Revocación de Mandato

Para que la ciudadanía colimense esté en la misma frecuencia democrática y altamente participativa que mandata la Ley Federal de Revocación de Mandato, reglamentaria de la Fracción  IX del artículo 35 de  la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la LX Legislatura Local debe aplicarse  a la voz de ya a crear la versión estatal homologada de la misma, con el objetivo de “regular y garantizar el ejercicio del derecho político de las ciudadanas y los ciudadanos a solicitar, participar, ser consultados y votar”  respecto a la revocación del mandato de la persona que resultó electa como titular de la gubernatura de Colima para el sexenio 2021/2027  mediante sufragio universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible, el domingo 6 de junio de 2021.

Como los diputados locales 4tístas convencidos están de las bondades democráticas de la Revocación de Mandato, su respaldo total a la iniciativa para que la LX Legislatura Local apruebe la versión colimeña, homologada, de la Ley Federal sobre la materia, está de antemano plenamente garantizado, independientemente de la filiación partidista del diputado o diputada que en su oportunidad la presente. Ahora sí que, más allá de siglas y colores partidistas, por delante deberá ir la consecución de tan importante valor democrático para la vida pública de Colima. 

Sin tener que esperar al día el domingo 10 de abril de 2022  cuando se llevará a cabo la consulta popular para la revocación de mandato del ciudadano presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, los legisladores locales podrán iniciar a la voz  de ya,  sin excusas ni pretextos, los trabajos para concretar en Colima la “Ley Estatal de Revocación de Mandato” para tenerla aprobada con suficiente antelación a los comicios de 2024 ; y así, el Instituto Electoral del Estado pueda preparar la boleta adicional con la pregunta de si  ( quienes acudan a las urnas para elegir presidente de la República, senadores de la misma, diputados federales y locales, alcaldes y regidores) quieren o no que su gobernadora deje el cargo en forma anticipada a la conclusión del sexenio.

Los dos años y ocho meses que a  la fecha de las próximas elecciones acumularía en el cargo Indira Vizcaíno Silva, son más que suficientes para que los electores que concurran a emitir sus votos tengan elementos suficientes para evaluar su desempeño y le revoquen su mandato o le den luz verde para terminar el sexenio. Ella, que no es ambiciosa de poder, seguirá a pie juntillas el ejemplo de su líder moral Andrés Manuel López Obrador. ¿O no?

Ojalá que, congruentes como son, las huestes 4teístas de Andrés Manuel López Obrador en Colima pongan el mismo entusiasmo y la convicción en el proyecto legislativo de la Ley Estatal de Revocación de Mandato,  que han acreditado en torno a la primera aplicación de la Ley Federal de Revocación de Mandato cuyo principal promotor es precisamente el primer mandatario de la nación que loco de contento se ha sometido a ella.

Poco más de dos años que metían de aquí a la próxima cita ciudadana a las casillas electorales, pasan rápido, aunque para muchos les parezca demasiado tiempo para darle las gracias a la gobernadora. A este grupo hay que recomendarle serenidad y paciencia, mucha paciencia. En tanto, a seguir cada quien cumpliendo sus respectivas responsabilidades.  

EL ACABO

*Porque con el pueblo bueno que da y quita y con sus gobernantes se desquita, con él todo y sin él nada; porque el pueblo sabio nunca se equivoca, bienvenida sea la Revocación de Mandato en la gubernatura del estado.

*Si Andrés Manuel López Obrador que llegó a la presidencia de la República con el respaldo de uno de cada dos votos válidos emitidos por los electores del país el domino 1 de julio de 2018, y mantiene una aprobación ciudadana cercana al 55%, felizmente promueve su propia revocación de mandato, cuantimás lo hará en su momento la gobernadora de Colima que llegó al cargo con uno de cada tres sufragios el domingo 6 de junio de 2021,  y tiene una aceptación por parte de los colimenses mucho menor a la que le profesan a su líder moral.

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