Los excesos y abusos de poder cometidos por el exalcalde de Colima, Leoncio Alfonso Morán Sánchez; y el ex gobernador del estado, José Ignacio Peralta, con sus respectivas pandillas, en contra de los colimenses, quedarán sin castigo. Ninguno de ellos le devolverá ni un sólo peso de lo robado al pueblo bueno,  ni mucho menos pagará con cárcel sus pecados. A todos ellos los seguirá protegiendo el santo manto guinda de la impunidad. A Leoncio Alfonso por haberle entregado sus dos diputados locales plurinominales emecistas, Glenda Yazmín Ochoa  e Ignacio Vizcaíno Ramírez,  a la gobernadora Indira Vizcaíno Silva; a José Ignacio, en pago porque le franqueó el camino que la condujo sin sobresaltos ni sorpresas a Casa de Gobierno y Complejo Administrativo.

Sabedores de que ninguna acción persecutoria prosperará contra ese par de malandrines de la política colimeña y sus secuaces, duermen tranquilos como Don Sebas sin preocuparse de los juicios políticos cuyas solicitudes fueron admitidas ya por la

Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado que, históricamente,  ha sido como la Carabina de Ambrosio: ni sirve ni funciona, así la admisión de la solicitud de juicio político permita darle “una nueva temporalidad de un nuevo año para poder integrar, dentro del procedimiento, todos los medios de pruebas y después el emplazamiento”, en palabras del ex Director Jurídico del Ayuntamiento de Colima en la administración lochista,  Ignacio Vizcaíno Ramírez.

“Nosotros tenemos, sin lugar a dudas, todo previsto, podamos integrar con fluidez, pero con responsabilidad de toda la información, poder llamar al juicio, que tenga (José Ignacio Peralta)  10 días para manifestar lo que a su derecho convenga y después vendría otra etapa, que es una audiencia de pruebas y alegatos”, explica muy ufano el diputado Vizcaíno Ramírez involucrado hasta las manitas con “el patriarca del Partido  Movimiento Ciudadano”, Leoncio Alfonso Morán Sánchez, por lo cual, junto con su compañera también amancebada con sus colegas 4Teístas, la señora  Ochoa,  “en aras de una congruencia política, moral y legal, promovieron el derecho de la excusa”, pero no por este motivo que esgrimen sino por haber actuado en pandilla como funcionarios públicos que fueron  en la administración muncipal de Colima 2018/2021. Leoncio Alfonso, Glenda Yazmín e Ignacio deberán comparecer juntos en el banquillo de los acusados. ¿O no?  

Tan a salvo de siente el  ex gobernador Peralta del tullido brazo de la justicia estatal y de la ira de los colimenses a quienes tanto agravió, que, sin pudor alguno, el viernes 18 de febrero de 2022 participó en el primer encuentro de nueve ex gobernadores de diferentes filiaciones políticas, “para establecer un foro de discusión”, no vayan a pensar que para defenderse de persecuciones judiciales por parte de quienes los sucedieron.

En la reunión de marras donde “se describió la realidad del país bajo diferentes ópticas y se externó la preocupación hacia algunas circunstancias de la coyuntura actual”, el ex gobernador de Colima, José  Ignacio Peralta, sentenció que “los ex gobernadores tienen una responsabilidad social por la experiencia acumulada, de pasar de la reflexión en estos encuentros, a la acción”, teniendo  presente que se aproxima el proceso sucesorio en 2024 para el cual “se debe construir un frente amplio con verdaderas posibilidades, pues el país( Colima incluido) pasa por una situación terrible y reconstruirlo será una tarea titánica porque el aparato institucional está desarticulado”.

Así de preocupado anda el bilingüe miembro destacado de la clase ilustrada de Colima, graduado del Itam y Essex University y Young Global Leader, por los juicios políticos, administrativos, mercantiles, civiles, fiscales y penales que lleguen a fincarle sus aliados colimeños de la 4T que le harán lo que el viento a Juárez . Al tiempo.

EL ACABO

*“No hay ningún comunicador, ninguno ni ninguna, que por sus ideas, sus orientaciones u opiniones, puedan ser traidores a nada, Les reiteramos nuestro aprecio  y nuestro respeto”: Senador de la República Ricardo Monreal Ávila.

*Desgraciadamente, de ese aprecio y respeto carecen la mayoría de los pastores de la 4T y sus fanáticos que, para congraciarse y merecer las migajas que les lanzan, agreden a cualquiera que no les aplauda a rabiar sus fechorías.

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