“Si  alguna familia tiene dos o tres árboles de aguacate, lo adecuado es que los derriben para evitar la propagación de plagas a huertos. Viene una campaña fuerte para eliminar esos huertos de traspatio, para darles seguimiento, tenerlos registrados”, ha sentenciado contundente e inapelable el Vicepresidente del Comité Estatal de Productores de Aguacate en Colima que cobra como regidor morenista del Ayuntamiento de Colima, Jerónimo Cárdenas Ochoa. Con este criterio también doblarán la frente segados por el hacha, mangos, limones, palmas, papayos, guayabos y otros frutales que caigan en la mira de organizaciones como la que vice preside el susodicho.

“Si alguna familia tiene en su patio dos o tres árboles de aguacate, lo ideal sería que los cortaran. Pero deberán buscar la sanidad de sus árboles y si no, puede ingresar la fuerza pública a retirarlos, porque así lo marca la Ley, pues la sanidad también es un bien público, en donde puede afectar a más personas que se dedican a la producción comercial, en este caso del aguacate”, sugiere y amenaza el regidor Cárdenas Ochoa que debiera aplicarse en serio y a fondo a promover que el cabildo del que forma parte declare a los árboles (frutales, maderables y de mero ornado),  en casas y espacios públicos de la ciudad y las comunidades, de interés público muncipal, y que el H. Ayuntamiento asuma la responsabilidad de brindarle a la población asesoría técnica y apoyo material (fertilización, combate de plagas, poda, etc.,)  para su manejo sustentable.   

La misma  comprensión que el regidor proclive a la tala le pide a  la gente que tiene huertos de traspatio a que “se involucren y que entiendan que pueden afectar a los demás”, debiera demandársela a la autoridad muncipal, de la que forma parte,  para que se aplique en serio y a fondo al mejoramiento de los “huertos de traspatio” y los lineales en calles y avenidas, hasta hacer de la ciudad y sus principales poblaciones un edén de frutas para todos.

Alegra saber que los productores de aguacate a cuyo nombre declara Cárdenas Ochoa,  van a tener “un programa para los focos de infestación que son aquellas huertas que por una u otra razón han sido abandonadas, llega la plaga, se multiplica y afecta a los demás huertos”; también,  que informe que, “según la norma, donde haya más de cinco árboles, que se llama huerto comercial, se tiene que referenciarlas con GPS y personal de SENASICA asiste para dar tratamiento”, pero lo mismo debe hacerse con los árboles caseros y vecinales, y no amenazar con que “si alguna familia tiene en su patio dos o tres árboles de aguacate, lo ideal sería que los cortaran”.

La misma comprensión que el regidor aguacatero espera de la gente “que tiene huertos de traspatio”, para que “se involucren y que entiendan que pueden afectar a los demás”, deben tenerla él y los suyos para encontrar una solución que garantice árboles sanos tanto en los centros urbanos como en las huertas establecidas. Si el Comité del que forma parte “se ha dedicado a realizar acciones tendientes para que la producción de aguacate sea amigable con el medio ambiente”, debe empezar por serlo con los árboles de los vecinos, en lugar de amenazarlos con meterles la motosierra.

Le caben la razón y el derecho al regidor  converso a la nueva religión política 4teísta, cuando afirma que  “Estamos convencidos de que es un cultivo (el del aguacate)  al que se le tiene mala idea, principalmente por áreas que han sido deforestadas, no siendo el caso de Colima, por lo que creemos que se tiene que llevar un control importante sobre el uso del agua y la tala de árboles”. ¡No pos’ sí¡

EL ACABO

*El regidor morenista Jerónimo Cárdenas Ochoa debiera al menos leer el “Plan de Manejo del Arbolado de la Ciudad de Colima”, en poder del Instituto de Planeación para del Municipio de Colima (IPCO)  para que conozca el diagnóstico sobre la situación y el valor del arbolado localizado en los espacios verdes públicos de la ciudad (y los privados también) para que comprenda la importancia del arbolado urbano y pueda realizar “una gestión y manejo más adecuados del mismo, asumiendo los entes sus responsabilidades, derechos y obligaciones”.

*Si le interesa, en el IPCO se lo pueden explicar con peras y manzanas, para que entienda la importancia de incrementar  la biodiversidad de la comunidad arbórea de Colima, y se olvide de sus inquietudes de talador de aguacates ajenos. ¡De nada¡

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