Gobiernos estatales como el de Colima, en su desmedido afán recaudatorio a costillas de los bolsillos de sus causantes cautivos como son  los propietarios de automóviles, obligan a estos a pagarles nuevas placas cada vez que los vehículos cambian de propietario o cuando se les ocurre llevar a cambio el reemplacamiento total, aduciendo objetivos de control y de seguridad, pero lo única que logran es someter a la  mitad de la población a la perniciosa burocracia que la somete a engorrosos trámites, fastidiarlos injustamente, en oficinas nada funcionales ni amigables para quienes a ellas se ven obligados a concurrir. 

Los funcionarios de la Secretaría de Movilidad del Gobierno del Estado se niegan a entender y aceptar que la matrícula vehicular, letras y números, que aparece en placas y tarjetas de circulación, es única y exclusivamente del automóvil, no del propietario, y que la misma debe acompañarlo desde que por primera vez entra en circulación hasta que es retirado definitivamente de ella para convertirlo en partes usadas o en chatarra. La placa única y permanente es fundamental para  la identificación de por vida de un automóvil, para la seguridad de todos, por eso la autoridad no debe considerarla desechable como lo hace.

Pero como el gobierno le hace creer a los automovilistas que las placas de sus vehículos son de su propiedad y de nadie más, condicionados los tiene a retirarlas de los mismos cuando los venden, operación que sólo debiera implicar cambios de datos en los registros de la Secretaría de Movilidad y en las tarjetas de circulación de los compradores. Lo mismo aplica en el caso de los reemplacamientos generalizados que cada nuevo gobierno estatal intenta llevar a cabo para hacerse de unos buenos millones de pesos, a sabiendas de que bastaría con cargarles a los propietarios de auto  motores un cobro extra en la tenencia, sin necesidad de obligarlos a costosos trámites. 

“Recordemos que ha sido una costumbre de los gobiernos para darle su toque y su color a cada administración cambiaban las placas todos los propietarios de vehículos, algo que es relativamente innecesario, pero aparte de eso costoso para todos los contribuyentes, es algo de lo que estaremos defendiendo a los ciudadanos para que se considere y vaya quedando el tema de las placas únicas; si bien es cierto que la administración anterior no las cambió por una presión de social que hubo, la ley se los sigue permitiendo”, argumenta con sobrada razón el diputado local panista Crispín Guerra Cárdenas, quien en breve  presentará una iniciativa en el Congreso del Estado para que “haya placas únicas para los vehículos y con esto evitar los reemplacamientos como se venía acostumbrando en cada administración nueva que entraba al Gobierno del Estado”.

Da en el blanco el diputado Guerra Cárdenas cuando les recuerda a propios y a extraños que “hay otros medios de contribuciones por parte de los propietarios como son los hologramas y tiene toda la información la Subsecretaría de Movilidad, por lo tanto creemos que cambiar placas sería un gasto innecesario para todos los colimenses”, y una inmerecida mentada de madre de parte del gobierno de la 4T, habría que agregar.

Ojalá que hasta los diputados locales morenistas entiendan el concepto de placa única y permanente, y se pongan en el lugar de los propietarios de vehículos a quienes, además de esquilmar a la menor provocación, la burocracia de la Secretaría de Movilidad somete a tortuosos trámites, votando a favor de la iniciativa en mención que su compañero Crispín les presentará a su consideración la próxima semana.

EL ACABO

Realizar un reemplacamiento en estos momentos sería un golpe duro para los bolsillos de los ciudadanos porque traemos problemas económicos por lo de la pandemia, lo importante es que mejore la economía de los colimenses y del estado, con eso llegarán más recursos al propio gobierno, pero sí necesitamos primero que mejore el tema económico con los ciudadanos antes que nada”, piensa el diputado panista Crispín Guerra Cárdenas, pero la postura deberá ser la de “reemplacamiento nunca jamás”, ni en tiempos de bonanza económica. Si el gobierno de Indira Vizcaíno Silva quiere más dinero de los propietarios de vehículos, basta y sobra con que, como el mismo Cárdenas Guerra apunta, le cargue la mano a los hologramas.

*Antes de aplicarle cualquiera nueva carga fiscal a los propietarios de automóviles, el gobierno de la 4T debe primero recuperar el dinero que, como lo ha denunciado reiteradamente, se robaron ex gobernadores priisitas y sus gavillas. Al menos debiera cobrarles impuestos sobre sus riquezas mal habidas. ¿O no?

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