Aunque se ha querido minimizar la presencia en la comunidad de Omicron, la nueva variante de Covid-19, la cual se dice es más contagiosa pero menos letal que Delta y las anteriores y coetáneas, lo cierto es que también la comunidad científica internacional de diferentes países ha manifestado que el volumen de contagios que esta variante genera y en proporción las muertes que propicia derivado de ellos ponen igualmente en riesgo a la sociedad y al sistema de salud, tal como está sucediendo ya en algunos países de Europa (Holanda, Francia, etcétera) y como empieza a suceder también en nuestro propio país, donde ya los contagios bordean los 20mil diarios, según las cifras oficiales.
En Colima, la propia Secretaría de Salud ha alertado del aumento exponencial de casos otra vez (en la última jornada registró 162), con lo cual el semáforo epidemiológico podría de nuevo empezar a moverse de color en cualquier momento, con todo lo que esto implica.
Es verdad que la sociedad está ya cansada de la pandemia, y con sobrada razón, han sido dos anos terribles para muchas personas, y también es verdad que la vacuna relajó en muchos sentidos la alerta personal de cada ciudadano, pero lo cierto es que aunque también se ha dicho que Omicron podría marcar el fin de la pandemia pues tal parece que desactiva las otras variantes (más letales), no es posible aventurarse todavía a este tipo de especulaciones, ni de justificaciones para transgredir las normativas mínimas de protección que ha impuesto desde un principio la pandemia.
Todas las instituciones (de gobierno, educativas, privadas, etcétera) deberán muy atentas con respecto a la evolución que se vaya dando en las dos próximas semanas con la pandemia porque no actuar en consecuencia lo único que creará son nuevas variantes del Covid-19 que podrían resultar letales para la población, todo ello derivado de los pocos cuidados que se tenga en la transmisión de las variantes ya existentes.
Volvemos a lo mismo: se necesita conciencia y un sentido de solidaridad para que las estrategias de salud puedan prosperar en una población que, da la impresión, ya ni siquiera escucha a la autoridades. Ojalá que el gobierno del estado, en coordinación con los municipales y las instituciones no gubernamentales, puedan realmente replantear la estrategia de contención del Covid para evitar que este repunte vuelva a ser fatal para muchos más colimenses otra vez, como ya lo fue en el pasado, en donde escuchamos, leímos y presenciamos historias muy tristes de personas que perdieron la vida por esta causa.