En vano afán de evadir su responsabilidad ante su líder moral por haber unificado a la oposición en la Cámara de Diputados en contra de la Ley Bartlett, los también chavistas Mario Delgado Carrillo y Citlalli Hernández Mora, Presidente y Secretaria General del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, respectivamente, secundados por la cara dura Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum Parto, se fueron por la vía macartista de acusar a los diputados federales prisitas, panistas, perredistas y emecistas, de traición a la patria, sin “el debido respeto a un proceso legal justo donde se consideren los derechos humanos de los por ellos acusados”.
“En los seis estados donde hay elecciones, vamos a invitar a nuestros diputados a que le informen al pueblo lo que hicieron los legisladores vende patrias para que el próximo 5 de junio la gente considere eso a la hora de votar. La gente no va a permitir de que sigan a avanzando los conservadores, aquellos que quieren llegar al poder para entregar nuestra soberanía a los extranjeros”, tronó Delgado Carrillo para justificarse ante su AMLO su impericia política, sin reparar que con su actitud siempre altisonante, rijosa compulsiva, lo único que logra es crearle enemigos a su candidato a la presidencia de la República Marcelo Ebrard Casaubón.
En la misma frecuencia cargada de frustración, la robusta Hernández Mora sentenció inapelable que como los legisladores federales de oposición “fueron en contra de los intereses de la nación, contra la CFE y contra las tarifas justas para la ciudadanía”, los exhibirá en carteles con sus fotos, nombres y partidos. “Estos carteles saldrán en las próximas horas. Se los daremos a las personas que nos han preguntado, y en las plazas públicas se pondrán tenderos para que se conozcan qué se votó y quiénes votaron en contra”, informó muy ufana la senadora morenista a quien puso en su lugar su colega priista Beatriz Paredes Rangel.
Con la sensatez que le caracteriza, el líder del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, conminó a los furibundos líderes nacionales morenistas arriba mencionados, a “actuar con serenidad y prudencia, pues están dificultando los acuerdos en el Senado de la República. Yo fui opositor y fui maltratado. Y ahora que soy mayoría no hago lo mismo con la oposición; los respeto y los escucho, los atiendo, aunque no coincida con ellos. Los ataques de Morena a la oposición están impidiendo construir las mayorías calificadas para aprobar reformar constitucionales y enfrentar los grandes desafíos de México”.
Ricardo Monreal Ávila acredita mesura y tolerancia al pedirles a los macartistas-chavistas-morenistas “no describir como traidores a quienes votaron contra la Reforma Eléctrica. En un Parlamento es normal que haya diferencias y votos encontrados porque ello representa la pluralidad del país. Yo no profundizaría en el encono ni tampoco el odio. Yo me inclino más por la reconciliación”. Ojalá que logre abrirles la cerrada mente y el duro corazón a Mario, Citlalli, Claudia y sus repetidores en todo el país, Colima incluido.
EL ACABO
*“Ellos van para abajo, pero nosotros no vamos para arriba. La oposición está atomizada y difusa. Son proyectos particulares. Todos los partidos tienen dueños y la visión de esos dueños es la rentabilidad electoral, no la solución a los problemas del país. No es cierto eso de que AMLOtiene mucha popularidad. Es la misma que tuvieronFox, Calderón y Zedillo. La diferencia está en que no se ha podido aterrizar un proyecto viable. Todo mundo está buscando un Andrés Manuel de este lado”: Gustavo Madero Muñoz, Senador de la República, PAN.
*“A Morena no le conviene polarizar; en un futuro puede requerir urgente y necesariamente a la oposición. Delgado Carrillo es el gran saboteador de todos los arreglos, debería tener la estatura política para enfrentar los retos de un partido que está conduciendo la nación, tan grande e importante como México”: Rubén Moreira Valdez, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados.
*Con aliados como su pupilo Mario Delgado Carrillo Delgado, el presidenciable Marcelo Ebrard Casaubón va directo a Palacio Nacional. ¿O no?