En días pasados, el diputado y abogado penalista Roberto Chapula de la Mora lanzó unas declaraciones que ofendieron a la sociedad en general pero particularmente a la comunidad LGBTTTI de Colima.
Chapula de la Mora dijo (palabras más, palabras menos) que a él lo podían acusar de cualquier cosa menos de joto y de ratero, lo que provocó que la comunidad LGBTTTI, encabezadas por la doctora Jonás Larios, se manifestara incluso afuera del Congreso local para exigir que ese tipo de violencia de género no se repitiera y menos de boca de un legislador y abogado con la experiencia y trayectoria de Chapula de la Mora.
Más allá del aprecio que en lo personal le tengo a Roberto Chapula (fue un antiguo vecino de la colonia Los Viveros, donde nací y pasé infancia y juventud), sus declaraciones, obviamente, fueron desafortunadas, tan es así que el propio legislador ha creído conveniente ofrecer una disculpa el próximo jueves.
En su promesa de disculpa, el legislador verdecologista dijo que su intención no había sido ofender a nadie y recordó que él mismo ha apoyado las causas de esta comunidad.
Le creo que su primera intención no haya sido ofender a nadie, sino defenderse a sí mismo, pero al final del día sus declaraciones resultaron ofensivas y de esto lo que más preocupa no es que se vuelva a repetir este tipo de violencia de género que tanto trabajo ha costado mantener en los límites del respeto y la tolerancia sino que también la oposición como tal pierda credibilidad en el recinto legislativo por este tipo de exabruptos, sobre todo ahora que lo que más se requiere es una oposición fuerte, respetable y con credibilidad.
Con este tipo de errores no se hace sino perder el crédito e incluso perderla posibilidad de recuperarlo, si se sigue en la misma ruta. Porque hay que recordar que antes de estas declaraciones, Chapula de la Mora lanzó otras -en un video que fue ampliamente difundido en redes sociales y en whatsapp- en donde prácticamente llamaba basura a los legisladores morenistas.
No será, insisto, por medio de la ofensa como se ganará la oposición en el Congreso el respeto y respaldo ciudadano, y menos del resto de los grupos parlamentarios, sino a través de la propuesta y defensa de iniciativas y leyes que beneficien a la sociedad colimense en general.
Por ello, el Partido Verde Ecologista deberá intervenir de inmediato para llegar a acuerdos con el legislador a fin de hacerle ver que de persistir en este tipo de conductas no sólo terminará perdiendo él sino todo el instituto político al que representa, lo que sería lamentable si pensamos en lo difícil que fue para los partidos políticos opositores llegar al congreso local en las pasadas elecciones, en las que prácticamente arrasó Morena.
Esperemos, pues, que el congresista Chapula de la Mora no sólo se disculpe por las declaraciones vertidas (pues es de humanos cometer errores) sino que prometa que este tipo de conductas no se volverán a repetir en el porvenir, pues hay temas de mucha mayor trascendencia que requieren de todo nuestro empeño y seriedad como para distraernos con los anodinos.