*En lo oscurito y a puerta cerrada buscan ser comparsas los diputados oficialistas morenistas de la ineficiencia del Fiscal Carnal
El Partido Acción Nacional en Colima expresa su rechazo firme y categórico a la decisión de la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso del Estado de permitir que el Fiscal General rinda su informe de labores a puerta cerrada, vulnerando el principio de rendición de cuentas y el derecho de la ciudadanía a estar informada.
La Constitución es clara: el Fiscal General tiene la obligación de presentar un informe sobre el estado que guarda la procuración de justicia. Ese mandato no puede cumplirse en lo oscurito ni bajo acuerdos internos que excluyen al Pleno y a la sociedad colimense.
Desde el PAN lo decimos con claridad: la transparencia no es opcional. No puede haber rendición de cuentas real cuando se impide que la ciudadanía conozca los resultados, los avances y, sobre todo, los rezagos en materia de seguridad. En un estado que enfrenta una crisis de violencia e impunidad, esconder la información es una irresponsabilidad política.
La fracción parlamentaria del PAN solicitó formalmente que la comparecencia del Fiscal Carnal Bryant García Ramírez se realizara de manera pública y que el formato se sometiera a votación, como corresponde en un Congreso democrático. La negativa de Morena a siquiera votar esta propuesta confirma una sola cosa: no hubo voluntad para abrir el ejercicio a la gente.
Rechazamos el argumento de la secrecía como pretexto para cerrar las puertas del Congreso. Informar resultados no pone en riesgo investigaciones; por el contrario, fortalece la confianza ciudadana. El Fiscal Carnal ha dado declaraciones públicas en distintos espacios, por lo que no existe justificación para negar una comparecencia abierta y formal.
Acción Nacional refrenda su compromiso con la legalidad, la transparencia y el derecho del pueblo de Colima a saber. La seguridad no se protege con opacidad, se protege con instituciones que rinden cuentas de frente a la ciudadanía.
El PAN Colima seguirá exigiendo que el Congreso cumpla su función de contrapeso y que la rendición de cuentas deje de ser un trámite controlado para convertirse en un ejercicio auténtico de responsabilidad pública.
