balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
En algunas circunstancias y contextos —dependiendo de la materia—, en el aula muestro a las y los estudiantes un objeto y les pido lo describan. Cada una y cada uno van señalando aquello que desde su posición ven; al final, la reflexión va en torno a que no siempre podemos observar, de primera impresión todos los aspectos de un fenómeno.
Si a lo anterior agregamos nuestros particulares intereses y creencias, las miradas son diversas y en ocasiones distantes, aunque aparentemente estemos viendo lo mismo.
Hay diversas miradas, distintas formas de acercarnos a los objetos, a lo que denominamos realidad. Ese abanico de grises, claroscuros; que es compleja y no siempre puede entender en términos absolutos, hay muchos matices, perspectivas y situaciones que deben considerarse para comprender lo más cercanamente posible un asunto.
En la academia, un mismo fenómeno puede observarse cualitativa o cuantitativamente. El primero busca entender las causas y significados a través de narrativas, observaciones; en tanto que el segundo analiza datos numéricos para identificar patrones y relaciones. Uno u otro deja elementos fuera. Por ello es importante dejar muy en claro el método utilizado, sus características, alcances, limitaciones.
En la vida cotidiana, muchas de las veces no buscamos ser objetivos sino manifestar nuestra opinión. También, en ocasiones, repetimos lo que otras personas a quienes seguimos y creemos dicen y afirman.
La cotidianeidad es compleja, diversa, plural. No es fácil de aprehender. En la mayoría de las veces, me basta con mi opinión, con lo que decido en base a lo que observo, experimento, conozco y creo.
Sin embargo, hay espacios en los cuáles hay que tener la mayor información posible para tomar decisiones. Decisiones informadas, ponderadas y que traigan beneficios.
También hay quienes proveen de información. Instituciones que se especializan en brindar determinado tipo de información y que se pone a disposición de distintas personas usuarias.
En México, hay un instituto que tiene esa función por ley: brindar el servicio de información estadística y geográfica en temas de interés nacional, es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La fortaleza de esta institución, como de todas las que se precien en generar y procesar información, es su metodología. El INEGI cuida mucho la cuestión metodológica, constantemente la revisa y en cada programa la hace pública.
Esta metodología atraviesa todas las fases de generación de la información: planeación, diseño, pilotajes, ajustes, consultas, trabajo en campo, organización y procesamiento, análisis, difusión.
Así, desde los distintos programas que cuentan, describen y miden a México, se puede tener un panorama de cómo son las personas que habitan este país y también cómo es su territorio; cuáles son sus características: económicas, demográficas, sociales, dónde y cómo viven, cuáles son algunas de sus percepciones, cómo se estructuran sus instituciones de gobierno, entre otros temas.