El pasado 5 de abril, en el campo de la Unión de Estibadores y Jornaleros del Pacífico CROM, en Manzanillo, se celebró algo más que un amistoso partido de fútbol. La presencia del rector de la Universidad de Colima, Christian Torres Ortiz Zermeño, y del equipo de los Loros, fue saludada como un gesto de cordialidad y acercamiento por los estibadores, encabezados por su líder Héctor Gustavo Larios Uribe. Pero, como casi siempre en política, bajo la superficie del compañerismo y el sudor deportivo, se movieron otras intenciones.
Fue la segunda convivencia entre ambas comunidades: la universitaria y la de los jornaleros del puerto. La primera tuvo lugar en instalaciones universitarias en la capital del estado. En ambas ocasiones, la camaradería fue evidente, pero también lo fue la construcción de algo más sólido: una alianza que empieza a tomar forma con miras al 2027.
Y es que los malpensados —esos que suelen acertar— ya hablan de una estrategia bien ensayada: una sociedad política en ciernes entre Torres Ortiz, quien aspira abiertamente a la gubernatura, y Larios Uribe, con la mira puesta en la presidencia municipal de Manzanillo. La ruta hacia Casa de Gobierno y hacia el Complejo Administrativo no se recorre desde la tribuna; se pisa con tacos firmes, como los del juego que compartieron, y con estrategia electoral clara.
A Christian Jorge y a Héctor Gustavo los unió el fútbol. Pero ahora, más allá de la cancha, comparten algo más: la intención de armar un equipo político competitivo. Larios, dicen, ha sido ignorado por los mismos que antes lo impulsaron como candidato de Morena a la diputación del Distrito XII. Y Torres Ortiz, por su parte, sigue en la jugada, aunque como “plan B” de Morena ante la opaca proyección de la virtual candidata oficial, Rosa María Bayardo Cabrera, cuyo techo político ya comienza a preocupar a más de uno en el partido guinda.
Pero ojo: nadie quiere ser el plato de segunda mesa.
Si Larios Uribe quiere disputar la presidencia municipal en serio, deberá enfrentarse a otro perfil que ya suena fuerte: el tapatío Jorge “Vainilla” Padilla Castillo, también postulado por Morena. La batalla por Manzanillo no será un día de campo, pero el estibador tiene arraigo, discurso social y una estructura que podría incomodar al foráneo. Todo dependerá de que se lo tome con la misma seriedad con la que se planta en el campo de juego.
Lo cierto es que el primer domingo de junio de 2027 está más cerca de lo que parece. Y en política, como en el fútbol, quien no entrena desde ahora, se queda en la banca.
Se dice que…
*La dama de compañía de la alcaldesa porteña electa representante del estado de Colima a la Conferencia Nacional de Seguridad Pública, Guadalupe Solís Ramírez, no sabe por qué las nominaron a la mesa que más aplaude a nivel federal. “Estamos muy contentas. Ellos supieron por qué nos eligieron y pues ahí vamos a estar representando con muchísimo gusto”, expresó Lupita con una candidez digna de mejor suerte.
*La presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción nacional, diputada federal plurinominal y aspirante a la alcaldía de Villa de Álvarez, más lo que en adelante llegue a pescar, Julia Lizet Jiménez Angulo, se les puso de pechito a los tiradores 4t que la traen ya como perica a toallazos. No se ve cómo vaya a salir del atolladero en el que por ambiciosa y come sola se ha metió. No cabe duda de que la que nada tuvo y llega a tener, loca que quiere volver.