balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
Recientemente se han dado manifestaciones de un sector del magisterio, trabajadoras y trabajadores de la educación, afiliados al sistema ISSSTE.
En ese sentido, los liderazgos sindicales, nacionales y locales, han declarado que las negociaciones van y que hay que informarse de lo que se propone en esta reforma al sistema de pensiones. Pero, no dicen, o al menos no lo he leído, cuáles son esas propuestas que se debaten, para tener esa información cierta y verdadera, no sólo para quienes laboran para el gobierno federal, sino para la sociedad en general.
Por lo pronto, una parte de las y los trabajadores del Estado, están manifestándose en contra de la multicitada reforma.
Se mencionan cuatro puntos motivos de estas inconformidades:
• Años de jubilación: mujeres 28 y hombres 30 de servicio (independientemente de la edad)
• Cambiar el criterio de cálculo: de UMAS a salarios mínimos generales.
• Eliminar las afores (cuenta individual) y regresar al sistema de lo que se conoce como décimo transitorio (2007)
• No calcular descuentos sobre el salario integrado, sino sobre el sueldo base
Ante esto algunas reflexiones en acuerdo y alguna en desacuerdo. En el entendido que esta reforma, como se apruebe, tiene implicaciones para todas las personas que cotizan al ISSTE, no solo para quienes trabajan en el sector educativo.
Siempre me ha llamado la atención el por qué el gobierno federal tiene ese sistema de registrar un monto ante el ISSTE (sueldo base) y que es el referente para las prestaciones (vivienda, préstamos, prima vacacional, jubilación) y otro monto -variable- (compensación garantizada, bono), que no aplica para lo anterior; pero sí para el aguinaldo.
Esto me parece que es injusto, el salario registrado y el real deberían ser el mismo. Y aquí las cuotas se deberían pagar en base al salario integrado, así como servir de base para el cálculo también de las prestaciones.
Otra injusticia es lo del cálculo de las pensiones en base a la Unidad de Medida y Actualización (UMA), no es su función. Dice el INEGI: “es la referencia económica en pesos para determinar la cuantía del pago de las obligaciones y supuestos previstos en las leyes federales, de las entidades federativas, así como en las disposiciones jurídicas que emanen de todas las anteriores”. Ello genera una gran desigualdad para quienes tienen una pensión o jubilación con ese criterio, reciben menos cuando se está en la edad de necesitar más.
El tema es relevante. El sistema de Afores, cuentas individuales ha precarizado las expectativas de jubilación, no se avizora digna ni suficiente.
Se esperaría entonces una reforma que corrija esas desigualdades. Que legisladores, legisladoras, informen de su sentido de voto y análisis pertinente, poniendo primero el bienestar de la población.
El tema será motivo de muchos análisis. Esperemos que el resultado no sea una contrarreforma, que ya las hemos vivido.